■ La planta está cerca de la zona donde se hundió el pavimento, matando a un joven

Vecinos de Iztapalapa exigen al GDF salida de tabiquera; denuncian daños

■ Casas de la colonia Lomas de San Lorenzo presentan afectaciones por las labores en la fábrica

Rocío González Alvarado

Habitantes de la colonia Lomas de San Lorenzo Tezonco, en la delegación Iztapalapa, exigieron al Gobierno del Distrito Federal la clausura, reubicación o expropiación de una tabiquera, cuya operación no sólo los ha expuesto, por casi tres décadas, a altas vibraciones, ruido y contaminación, sino que en la actualidad los coloca en una situación de alto riesgo, al ubicarse en una zona inestable por la aparición de grietas en el subsuelo.

Situados a unas calles del socavón que provocó el año pasado el hundimiento de un carro y la muerte de un joven, los vecinos señalaron que después de la tragedia las autoridades capitalinas se comprometieron a hacer de Lomas de San Lorenzo una colonia modelo, sin que se haya dado un paso para hacerlo, pues aunque desde entonces se formó una comisión para analizar este caso en particular, nada se ha resuelto.

María Beatriz Liguízamo, quien vive a unos 100 metros de distancia frente a la fábrica de tabicón, sobre la calle Flor de Azucena, aseguró que desde la madrugada comienzan a trabajar. “Entran y salen camiones cargados con material de construcción. Todas las paredes y los vidrios de las ventanas vibran, y durante el día se levantan tolvaneras, que todos respiramos”, comentó.

Señaló que 17 de los 23 años que tiene de habitar la colonia han sido de una lucha continúa para pedir la reubicación de la tabiquera, pero “administraciones van y vienen, y ninguna le ha puesto un alto a esta situación”.

Los daños han comenzado a reflejarse en las viviendas, en cuyas paredes han aparecido fisuras, por lo que, los afectados se han visto obligados a colocar un arco de metal sobre la calle de acceso y salida de la empresa, para evitar el paso de los camiones de carga, el cual es esquivado por los operadores de las unidades.

Arturo Rossano Cañas, miembro de la comisión de reubicación, explicó que a la inconformidad que han provocado las afectaciones por la operación de la tabiquera durante años, se suma la incertidumbre que se generó entre la comunidad a raíz de los hundimientos y grietas en la colonia, considerada por las autoridades de la delegación como de alto riesgo.

Falta de compromiso

Ante esta situación, detalló que primero acudieron con el jefe delegacional en Iztapalapa, Horacio Martínez Meza, quien evadió hacer algún compromiso, por lo que recurrieron a las autoridades del gobierno central, que estableció una comisión de trabajo con un grupo vecinal y un representante de la dirección general de Concertación Política y Atención Social y Ciudadana, pero se va a cumplir un año de esto, sin que haya ningún resultado.

Al contrario, afirmó que el caso se llevó a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial, la cual, después de realizar una inspección, detectó que la empresa, con tres mil 300 metros cuadrados de superficie, con el nombre de La Nacionalista, no contaba con la licencia única ambiental, pero lejos de que se procediera a su clausura, sigue operando, ahora con otra razón social: Grupo Hermay.

Los vecinos advirtieron que de no obtener alguna respuesta están dispuestos a llevar a cabo manifestaciones, inclusive cerrar Periférico, tras señalar que cuentan con una alternativa para ocupar ese espacio, elaborada por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, que propone establecer un centro recreativo, cultural, deportivo y de asistencia social para la comunidad.