■ Demanda actuar para evitar influyentismos, compras amañadas y retraso en toma de decisiones
Regaña Calderón a su gabinete; les exige no alentar la corrupción
■ En reunión inédita en Palacio también pide que se defienda su política en materia de seguridad
■ El objetivo es que en 2012 esta administración sea vista como honesta, señala el Presidente
Ampliar la imagen El presidente Felipe Calderón durante la reunión con los miembros de su gabinete Foto: José Antonio López
Próximo a llegar a la cuarta parte de su gestión, el presidente Felipe Calderón urgió ayer a funcionarios federales a trabajar para lograr la transformación del país, tanto en el ámbito social como en el económico y el político, luego de puntualizarles que están en el mismo barco y comparten la responsabilidad de cambiar la nación.
En una reunión inédita, en la que leyó la cartilla a directores de área, subsecretarios y secretarios de Estado, pidió que la administración pública no sólo sea eficiente, sino también humana y sensible, para lo que les pidió “ponerse en los zapatos de la gente y en su realidad”.
Tras el jalón de orejas, Calderón demandó a los funcionarios “defender” su política en materia de seguridad, sobre todo frente a aquellos que ven en ella una debilidad o una falla.
Al inaugurar la Reunión de Directivos de la Administración Pública Federal, en la que participaron todos los integrantes de su gabinete, con excepción del secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, quien acudió a un foro de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el michoacano hizo un recuento de las principales acciones de su gobierno.
Durante hora y media habló de los ejes que guían su gestión, con el fin de que “todos estén claros” de lo que realiza el gobierno y sepan que el peso de la coyuntura no es el que va definiendo la tarea ni el actuar de la administración pública y sus integrantes.
Trabajo en equipo
Enfatizó que “los servidores públicos no son una pléyade donde cada quien trabaja por su lado y para sus intereses, por el contrario, somos un equipo, desde la más modesta afanadora de una secretaría federal hasta el presidente de la República”.
Sobre el combate a la delincuencia, resaltó que se trata de una batalla de largo plazo, y consideró “ingenuo” suponer que un problema que tiene décadas se puede resolver a la vuelta de unos cuantos meses, días o años.
Reconoció que ha recibido cuestionamientos relacionados con el tema, como la aplicación de cuantiosos recursos, pero puntualizó que es necesario reforzar aún más la estructura de fuerza del Estado para poder garantizar la seguridad de los ciudadanos.
En el salón de la Tesorería del Palacio Nacional demandó a los servidores públicos defender esta política ante la ciudadanía y ante quienes quieren ver una debilidad o una falla en un gobierno que está enfrentando los costos, los retos y los riesgos de resolver un problema.
Expuso que las bajas y los enfrentamientos ocurridos obedecen a que su administración encara el conflicto, no lo elude.
Por otra parte, el mandatario exigió a sus colaboradores “actuar para que México deje de ser visto como un país de corrupción, lo que implica cero tolerancia a esa práctica y al influyentismo, a las compras amañadas en cualquier dependencia, desde lápices hasta plataformas.
“Cuando alguien hable, se ostente o se presente como amigo, pariente, protegido o lo que sea de alguno de los secretarios de Estado o del Presidente de la República, ustedes están obligados a no tomar una decisión distinta a la que tomarían en el caso de cualquier ciudadano o permisionario”, advirtió.
La meta para 2012 es que la ciudadanía perciba esta administración como honesta, que trabaja para elevar la transparencia, mencionó Calderón, quien, por otro lado, ordenó a todos los funcionarios relacionados con el área de infraestructura ejercer el gasto público con oportunidad, y que no se estén buscando pretextos para no invertir en lo que hace falta.
Irritado señaló: “no quiero que ocurran casos donde lleguemos a mediados de año –ya estamos próximos– y no se estén ejerciendo gastos en materia de infraestructura que debieron hacerse desde enero”. De esa manera, pidió que se vea cómo se hacen las cosas, no cómo no se hacen; que si algo está presupuestado, “veamos cómo se ejecuta, y eso no debe ser en menoscabo de la transparencia ni de la honestidad en la toma de decisiones”.
Asimismo, a los servidores públicos relacionados con el sector económico les pidió que sus decisiones no afecten la actividad productiva, sino que la promuevan. De esta manera, les exigió “no ser un estorbo”, ya que, dijo, la reglamentación excesiva, la corrupción, la discrecionalidad y la falta de claridad en las políticas gubernamentales afectan la industria.
Para que a finales del sexenio México esté entre los 30 países más competitivos, no en el lugar 58 que ocupa actualmente, advirtió que debe revisarse todo aquello que resta competitividad frente a otras naciones.
Demandó celeridad en la toma de decisiones, pues no es posible que se tarden seis meses para determinar llevar tubería de agua potable a algunas regiones. “No me importa cuál sea el pretexto, no me importa cual sea el escritorio donde se atoró la decisión: es urgente actuar con celeridad”, insistió.
Fue entonces cuando solicitó a los funcionarios “ponerse en los zapatos de la gente y en su realidad; pensar en cuánto tiene para comer ese día y cuánto le está beneficiando o afectando lo que hacemos”.
Por último, justificó los acuerdos a que ha llegado su gobierno con el sindicato de maestros, pues éstos “permiten elevar la calidad educativa”, aseguró.