■ En temas trascendentales se requiere menos hígado, responde el GDF a Cabeza de Vaca
Débiles y hasta falsos los argumentos de Gobernación contra la consulta: Ebrard
■ Su carta evidencia que no hay voluntad para preguntar a mexicanos sobre la reforma energética
Como débiles, insostenibles y falsos consideró el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, los argumentos de la Secretaría de Gobernación para impugnar la consulta ciudadana sobre la iniciativa de reforma energética, que prevé realizar el próximo 27 de julio.
Advirtió que cuando se trata de una decisión que incide en el futuro del país, “se necesita que haya prudencia, sensatez, sangre fría y menos hígado; se consulta al pueblo y se acabó el asunto; nos atenemos a lo que nos diga la población”.
En respuesta a la carta del subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de Gobernación, Daniel Cabeza de Vaca, en la que advierte que realizar dicha consulta significará una intromisión en facultades exclusivas del Congreso de la Unión, el mandatario capitalino dijo que el escrito evidencia “de manera muy clara” que no hay voluntad política en el gobierno federal para preguntar a los mexicanos sobre la reforma energética.
En entrevista, luego de inaugurar un centro de atención del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ebrard no sólo consideró débiles los argumentos expresados por Cabeza de Vaca en dicha carta –como los que han señalado otros funcionarios federales, legisladores y dirigentes del PAN–, sino que resultan hasta insostenibles y falsos, como el de que la consulta es contraria a la Constitución o que podría generar caos y violencia social, precisó.
“A mí me llama la atención que se diriman argumentos tan débiles como los que nos enviaron, en el sentido de que la ley no prevé dicha figura, o inclusive, como dijo el propio titular de la Secretaría de Gobernación, que podría ser contrario a la Constitución.
“Ese argumento es insostenible, es falso, y ellos lo saben perfectamente bien, puesto que está previsto en la Constitución –que es el espíritu de la propia norma máxima que tenemos– que nuestro sistema es democrático, y tratándose de un tema que a todos nos interesa, que tiene que ver con nuestro patrimonio, no hay ningún impedimento para realizar una consulta de esa naturaleza”.
Por ello, el gobernante capitalino dejó en claro que en la ciudad de México y conforme a la legislación local, la consulta se realizará el próximo 27 de julio, porque “no hay ningún razonamiento lógico o legítimo para impedirlo”.
Advirtió que en la oposición a la consulta se está incurriendo incluso en viejos argumentos muy conservadores, como el de que el pueblo no puede opinar porque se trata de temas demasiado complejos.
“A mí me extraña, porque el Partido Acción Nacional, hasta ahora, y muchos de los que hoy se oponen a que se haga la consulta, habían sustentado una línea totalmente opuesta, es decir, en favor del plebiscito, del referendo, de la participación ciudadana, y ahora han dado un giro muy sobresaliente en su postura; están sustentando lo contrario a lo que promovían”, resaltó.
Es falso –insistió– el argumento de que no se puede hacer una consulta a escala nacional porque no está prevista en la ley; “si hubiese voluntad se podría hacer sin ningún problema”.
–Entonces, ¿por qué tanto miedo? –se le preguntó.
–No quieren que la gente se entere, no quieren que se informe, ¿qué otra razón puede haber? –cuestionó.
“Una consulta obliga a informar a los ciudadanos sobre lo que se está consultando, cuál es la decisión principal que se busca que se tome en el país. Cuando se trata del futuro de México, lo que se necesita es que haya prudencia, sensatez, sangre fría y menos hígado; se consulta al pueblo y se acabó el asunto, nos atenemos a lo que nos diga la población”.