■ Divino tesoro recoge las voces de 22 invitados al foro que auspicia la Casa Vecina
Presentaron amplia compilación de “poéticas disidentes” de jóvenes autores
Ampliar la imagen Luis Felipe Fabre, Erik Castillo, Cristianne Hajj y Antonio Calera-Grobet, durante la entrevista con La Jornada efectuada en la Casa Vecina Foto: Yazmín Ortega Cortés
El volumen Divino tesoro: muestra de nueva poesía mexicana, editado por la Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México, en su colección Libros de la Meseta, reúne la obra de autores nacidos entre 1976 y 1990, cuyo rasgo principal es su inconformidad frente a una estética dominante y conservadora que no representa la sensibilidad de la época.
El libro, que recoge las voces de los 22 invitados al encuentro Divino tesoro que se desarrolla de marzo a junio, fue presentado ayer por el poeta Luis Felipe Fabre, Antonio Calera-Grobet y Erik Castillo, en Casa Vecina.
Fabre, quien realizó la selección y el prólogo, destacó “la profusión de poéticas disidentes que han surgido en un momento en el que existe también una disidencia en el país. Esta inconformidad poética no es que sea reflejo fiel de la inconformidad social, pero tampoco podemos obviarla.
“Me llama la atención, la reaparición del poema político en México, que mucho tiempo fue expulsado de los tópicos literarios. Creo que la preocupación social, la disidencia política o sexual son asuntos acusados entre los poetas emergentes. Esta poesía es la que me interesa porque dialoga con su época y con la sociedad.”
En opinión del poeta, las nuevas generaciones han contribuido al desarrollo de la poesía mexicana: “Son muchos los jóvenes que se interesan por la poesía, es una falacia este estribillo que escuchamos de que en México no se lee. En Divino tesoro hay varios poemas relacionados con el hip hop, el rap o la canción popular. La poesía influye en la música y algunas canciones incluyen a la poesía”.
Fabre explicó que “el descontento frente al modelo del poema mexicano promedio, es que nunca se escribe con calidad, pero el problema no es la calidad, sino la idea de poesía que sustenta ese texto o desde donde se escribe.”
Agregó que para la edición de Divino tesoro, más que calidad prefirió la actitud de los jóvenes poetas: “Hay nivel de calidad en los poemas, pero me interesa algo anterior a ella, como la actitud ante una poética dominante. La situación de la poesía emergente ha mejorado, aunque todavía existe la que es muy recalcitrante en sus ideales estéticos, muy conservadores o academicistas”.
Política cultural ineficaz
El director de Casa Vecina, Antonio Calera-Grobet, informó que el jueves y viernes realizaron una brigada de letras en las que repartieron poemas y los autores que participan en Divino tesoro efectuaron una lectura de su obra.
Asimismo, explicó que los proyectos que llevan a cabo en Casa Vecina, como la edición de libros y las brigadas de poesía y combate muestran que son una institución dispuesta a difundir el arte y la cultura, a diferencia de otras instancias o museos.
“La política cultural está igual de podrida que la política dura, basta ver cómo están las instituciones culturales del país, los recursos de los museos, el titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes para darnos cuenta que la política cultural no funciona. Lo que hacemos aquí es una verdadera promoción cultural en la que tomamos en cuenta a todos los artistas.”