■ Aún se puede llegar a un acuerdo para aplicar el plan, señala funcionaria de ese país
Confía Estados Unidos en que se integre la Iniciativa Mérida a acciones de la ASPAN
La Iniciativa Mérida se debe integrar a las tareas de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad para América del Norte (ASPAN), planteó ayer la ministra consejera de la embajada de Estados Unidos en México, Leslie Bassett, quien confió en que se pueda llegar a un acuerdo para la puesta en marcha de dicho plan.
La funcionaria del gobierno estadunidense habló ayer en la inauguración del Centro de Diálogo y Análisis sobre América del Norte (Cedan) del Tecnológico de Monterrey, donde diversos expertos analizaron los temas pendientes de la agenda bilateral.
Basset planteó en este foro que, así como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha sido un “éxito” en la cooperación entre los dos países, la ASPAN se ha convertido en el mecanismo que ayuda a buscar y encontrar soluciones prácticas para retos comunes de la región.
Sostuvo que al amparo de esta alianza se han emprendido tareas de beneficio mutuo para los países de América del Norte, y aunque la lista de pendientes es larga, siguen identificándose áreas donde se pueden dar progresos específicos e incluso pronto se espera ingresar la Iniciativa Mérida a la lista de acciones a emprender conforme a la ASPAN.
En este primer encuentro organizado por el Cedan estuvieron presentes, entre otros, el rector del Tec de Monterrey, Juan Manuel Gutiérrez; el subsecretario para América del Norte de la cancillería, Carlos Rico, y el embajador de Canadá en México, Guillermo Rishchynsk. Este último señaló que para su país no hay duda del “éxito fenomenal que ha tenido el TLCAN, pues tanto el comercio como la inversión han rebasado expectativas”; el reto es enfrentar las estrategias que traen países y regiones como China, India y la Unión Europea para que América del Norte no se vea rebasado.
“Integración continental”
El diplomático indicó que ya pasó la época en la que las tres naciones sólo intercambiaban mercancías, ya que se inició la integracion continental en varios aspectos, sobre todo en lo que se refiere a negocios y movilidad de personas.
Anualmente, agregó, un millón 200 mil canadienses buscan en México “asilo climático”, concepto que ahora puede provocar sonrisas pero que con los cambios que está sufriendo el medio ambiente puede ser un problema serio en los años que vienen.
Además, anualmente más de 250 mil mexicanos visitan esa nación; a través del programa de trabajadores temporales llegan a Canadá cerca de 15 mil connacionales cada año, y también hay cerca de 10 mil jóvenes estudiando en aquel país, por lo que se trabaja en el establecimiento de nuevos mecanismos de “movilidad” bilateral.
En este foro, el especialista Jorge Chavat, del Centro de Investigación y Docencia Económicas, expuso que en la relación entre México, Estados Unidos y Canadá es necesario promover el comercio y la seguridad al mismo tiempo, institucionalizar la cooperación y evitar las fuentes de conflicto.
Enrique Dussel Peters, analista de la Universidad Nacional Autónoma de México, comentó que el TLCAN “va a la baja”, pues ha descendido el comercio, y en sí todo el proceso de integración, porque ha caído el intercambio y se requiere una nueva agenda, lo cual fue debatido por el consultor Jaime Serra Puche, quien fue uno de los artífices del tratado.
Lo que sí reconoció Serra Puche es que en el contexto del TLCAN “China ha sido el gorrón de la fiesta”, porque no tuvo que pagar nada a cambio de obtener los beneficios del acuerdo.
Isabel Studer, directora del Cedan, dijo que a 15 años de distancia se puede señalar que el tratado generó mayores flujos comerciales, pero el modelo de integración aún enfrenta el rechazo de diversos grupos, por lo que el reto de la región se debe convertir en oportunidades para que los países trabajen de manera coordinada.