■ Es el único artista mexicano incluido en la colectiva Olvidando a Velázquez: Las Meninas
Cuadro de Gironella dialoga con los “monstruos” del arte mundial
■ Cámara oscura forma parte de las 61 obras que muestra el Museo Picasso, en Barcelona
■ La exposición presenta creaciones de Salvador Dalí, Goya y Antonio Saura, entre otros
Ampliar la imagen Alberto Gironella (1929-1999) se acercó a Las Meninas, de Velázquez, influenciado por “sus obsesiones” Foto: Rogelio Cuéllar/ Archivo La Jornada
El cuadro Cámara oscura (1974), del pintor mexicano Alberto Gironella (1929-1999), dialoga con los “monstruos” del arte mundial en la exposición Olvidando a Velázquez: Las Meninas, integrada por 61 obras, entre pintura, dibujo, fotografía, escultura, grabado y videoarte, inaugurada el pasado 15 de mayo en el Museo Picasso, en Barcelona.
Entre agosto y diciembre de 1957, en su estudio de La Californie, en Cannes, Picasso emprendió un exhaustivo análisis de Las Meninas, de Diego Velázquez (1599-1960), en la línea de las interpretaciones de obras de grandes artistas (Manet, Courbet, Poussin, Delacroix, El Greco, Cranach, etcétera) que realizó a partir del final de la Segunda Guerra Mundial.
Olvidando a Velázquez... pretende revalorar una parte fundamental de la colección del museo, explorando los vínculos de Picasso con la tradición pictórica española y en especial con Velázquez. La serie de 58 óleos, integrada por 44 interpretaciones de la obra de Velázquez, nueve Pichones, tres paisajes y dos interpretaciones libres, fue donada íntegra por el artista al Museo Picasso de Barcelona en 1968.
Amante del Siglo de Oro español
Las obras de Velázquez en la exposición son La infanta María Teresa de España (1651-1654), perteneciente al Museo Metropolitano de Arte, en Nueva York; Doña Mariana de Austria (ca. 1652), procedente del Museo del Prado, en Madrid, y La infanta Margarita María (ca. 1656), del Kunsthistorisches Museo, en Viena. También figuran La infanta doña Margarita de Austria, de Juan Bautista Martínez del Mazo, yerno y discípulo de Velázquez, y Retrato de Doña Inés de Zúñiga, condesa de Monterrey, de Juan Carreño de Miranda, también prosélito.
El título de la exposición viene de un comentario del mismo Picasso: “Si alguien se pusiera a copiar Las Meninas con total buena fe, supongamos que al llegar a cierto punto, y si quien copiara fuera yo, me diría: ¿Y si pusiera a éste un poco más a la derecha o a la izquierda? E intentaría hacerlo a mi manera, olvidando a Velázquez”.
Junto al intercambio entre el malagueño y el sevillano, se hizo una curaduría de los artistas que hayan tocado el tema de Las Meninas, expresa Emiliano, hijo de Alberto Gironella, único artista mexicano que participa en la muestra que también cuenta con obra de Salvador Dalí, Equipo Crónica, Francisco de Goya, Richard Hamilton, Vik Muniz, Antonio Saura, Manolo Valdés y Joel-Peter Witkin.
Durante la segunda mitad del siglo XX, se produjo un considerable incremento en el número de variaciones basadas en Las Meninas, alentado por el retorno al realismo y la figuración en el arte, así como también por la creciente influencia del arte pop desde finales de los años 50 y siguientes.
También pintor, Emiliano recuerda que su padre tocó el tema de Las Meninas y de la pintura del Siglo de Oro español de modo exhaustivo: “Como dijo Luis Buñuel, ‘joder, Gironella, tú no eres hispanista, eres hispanópata’. Mi padre era un gran amante del Siglo de Oro español, pero lo que hay que entender es esa transfiguración que hace desde ultramar, desde la gran pintura del siglo XX. Esa fascinación por Valdés Leal, El Greco, Goya, Velázquez, es de una familia que no viene refugiada, sino a hacer fortuna, siempre con ese diálogo fortísimo con España.
“Mi padre es el pintor de América que tiene un diálogo más fuerte con España, en una generación en que América Latina estaba muy afrancesada. También influenció todo lo que fue la dictadura de Franco. Mi padre se acerca a Las Meninas como lo hace un artista a algo que le gusta, en forma natural, pero influenciado por su gran amor y sus obsesiones.”
En Cámara oscura, de la colección Carmen Parra/Emiliano Gironella, se aprecian placas fotográficas antiguas, porque Alberto Gironella sostuvo la tesis de que Velázquez fue el “primer fotógrafo de la historia”, planteamiento que le mereció la beca Guggenheim. Las Meninas, apunta Emiliano, es la idea del momento fotográfico.
Mientras tanto, en México Emiliano sigue su lucha para que la casa de su progenitor, en Valle de Bravo, se convierta en museo y no se disperse la colección de su obra que se piensa donar.