■ Afecta el desplome en la venta de camiones y camionetas en EU
Paro técnico en planta de Chrysler en Saltillo
■ Espera el sindicato por lo menos cuatro meses de “situación crítica”
■ La compañía descarta despedir personal; el gobierno anuncia apoyos
Ampliar la imagen Ante el desplome de las ventas de camionetas y vehículos pesados en Estados Unidos, causado por el encarecimiento de los combustibles, Chrysler aplicó un paro técnico en una de sus plantas de Coahuila. El sindicato de la empresa prevé que este tipo de medidas se repetirán en lo que resta del año. La imagen fue captada en el parque industrial de proveedores de la armadora estadunidense en Toluca, estado de México Foto: Arturo Rosales Chávez / Agencia MVT
Saltillo, Coah., 10 de junio. Grupo Chrysler inició un paro técnico de 10 días hábiles a partir de este martes en su planta de ensamble ubicada en la zona industrial del Valle de Derramadero, al sur de Saltillo, ante la necesidad de ajustar sus sistemas de producción debido al colapso del mercado estadunidense de camiones y camionetas.
La medida afecta directamente a unos mil 500 empleados, quienes se reincorporarán a sus labores el 23 de junio, y pone en riesgo otros 5 mil trabajos en compañías proveedoras de la trasnacional, que desde hace un par de años reporta pérdidas por varios miles de millones de dólares.
El incremento del costo de los combustibles en Estados Unidos ha provocado que se desplome el mercado de camiones y camionetas que Chrysler ensambla en México para aquel país. Por ello la empresa debió hacer ajustes en distintas plantas en todo el mundo, informó una fuente de la compañía en esta capital.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores de Chrysler, Hugo Díaz Covarrubias, confirmó esta versión y dijo que serán “cuatro meses de situación crítica”, pues la empresa realizará paros técnicos totales durante el resto del año.
“La gente en Estados Unidos ya no compra vehículos de motores grandes, lo que nos afecta directamente, porque aquí los producimos; además se está presentando un fenómeno muy raro: el diesel está mucho más caro”, explicó.
Descartó que la compañía planee recortar personal, pero reconoció que los paros técnicos afectan el salario de los obreros, sus prestaciones y bonos por productividad.
El gobernador Humberto Moreira Valdés dijo haber hablado con directivos del corporativo a fin de evitar despidos y aseguró que si ello ocurriera se buscará acomodar a los trabajadores en otras empresas. Añadió: “El Instituto Estatal del Empleo tiene instrucciones de aplicar programas de apoyo para las empresas que reducen su producción para que no haya despidos”.
Cambio a cilindradas menores
Además de la citada planta de ensamble, Chrysler tiene en Saltillo una fábrica de motores de cuatro cilindros y hace justo un año el vicepresidente de manufactura de la compañía, Frank Ewasyshyn, anunció la instalación de una nueva planta que tendrá capacidad para fabricar unos 440 mil motores V-6 al año.
De acuerdo con el plan original, esta planta deberá iniciar operaciones en enero de 2009, dará empleo a 485 personas y requerirá una inversión de 571 millones de dólares.
El paro técnico de Chrysler contrasta con el anuncio que la trasnacional hizo al gobierno de Coahuila el 17 de abril, de que a partir de 2010 fabricará en sus instalaciones del Valle de Derramadero –también llamado Valle de Chrysler– la camioneta Titán de la firma japonesa Nissan, con la cual consolidó una sociedad a finales de 2007. Trascendió que la inversión correspondiente supera 500 millones de dólares.
Las pruebas para la producción de la Titán comenzarán en el tercer trimestre de 2009 y se espera que la empresa pueda producir cada año entre 60 mil y 100 mil camionetas para exportación.
El secretario de Fomento Económico del gobierno de Coahuila, Jorge Alanís Canales, dijo que este proyecto consolidará el agrupamiento de la industria automovilística de Coahuila, que incluye a General Motors, Chrysler y Freightliner, así como a proveedores del ramo, que actualmente ofrece empleo directo a más de 50 mil personas, 35 mil de ellas en Saltillo y Ramos Arizpe, en el sureste del estado.