■ Alerta experto sobre productos que ponen en riesgo la salud y hasta la vida de las personas
“Sólo 2 medicamentos“ han demostrado efectividad científica contra la obesidad
■ Critica Melchor Alpízar que autoridades no indaguen sobre venta de “complementos alimenticios”
Ampliar la imagen El ejercicio y la dieta deben ser base en el tratamiento de la obesidad, ya que ésta no se cura, sólo se controla. La imagen, en el DF Foto: José Carlo González
En el control de la obesidad, sólo dos medicamentos han demostrado con investigación científica su eficacia y seguridad. El resto de los productos que existen en el mercado representan un riesgo para la salud y la vida de las personas, advirtió Melchor Alpízar, presidente del Centro Especializado en Diabetes, Obesidad y Prevención de Enfermedades Cardiovasculares.
Resaltó la importancia de que las personas sean conscientes de que la obesidad no se cura, sólo se controla, y tampoco es un asunto de estética, sino un problema de salud pública, cuyo tratamiento debe ser supervisado por un médico, quien inicialmente debe hacer una valoración del estado de salud del paciente para detectar si presenta enfermedades asociadas al exceso de peso, como diabetes, hipertensión arterial o afecciones cardiovasculares.
Según el resultado que se obtenga, el médico prescribe el mejor tratamiento, aunque la piedra angular son la dieta y el ejercicio físico, subrayó el especialista. Sin embargo, advirtió, en muchos casos los pacientes acuden con supuestos profesionistas en el control del sobrepeso, quienes les recetan sustancias que pueden poner en riesgo su salud, e incluso su vida. Casi siempre –dijo– se trata de suplementos alimenticios y sustancias que ni nombre tienen.
Entrevistado durante el seminario ¿Qué respalda un medicamento seguro y eficaz?, Alpízar señaló que el consumo de dichos productos puede ocasionar desde taquicardias y baja presión, hasta problemas de hipotiroidismo, a causa de los cuales la persona puede padecer desorientación y ser víctima de algún accidente en la calle.
Subrayó la importancia de vigilar su venta, porque ni siquiera los medicamentos que cuentan con registro sanitario se pueden utilizar más de un mes, a pesar de que han estado bajo farmacovigilancia durante unos cuatro años.
Asimismo, cuestionó la actitud de la Secretaría de Salud, en particular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que ha autorizado la comercialización de productos sobre los que no mantiene ningún seguimiento. Señaló que el organismo debe asumir esta responsabilidad, aun cuando se trate de “suplementos alimenticios”.
Alpízar comentó que a su consultorio han llegado pacientes que han ingerido derivados de anfetaminas, extractos tiroideos y diuréticos. Estos últimos reducen el agua del organismo, no la grasa, y eso provoca deficiencias de potasio y desequilibrio electrolítico.
En otros casos, los pacientes refieren problemas de taquicardia, somnolencia y falta de aire, generalmente atribuibles al uso de extractos tiroideos que “ponen en reposo para siempre” la glándula tiroidea. Cuando se suspende el “tratamiento”, la persona requiere el consumo de la hormona por tiempo indefinido.
Alpízar resaltó que para el control del sobrepeso y la obesidad se requiere un manejo integral en el que participan el médico internista, el endocrinólogo, la nutrióloga y, de ser necesario, el cirujano, quienes siempre tendrán la dieta y la actividad física como base de cualquier terapia.