■ Presentaron el libro Doña Perpetua, de los periodistas Arturo Cano y Alberto Aguirre
La figura de Elba Esther Gordillo quizá encarna los peores “lastres” de México
Ampliar la imagen Alberto Aguirre y Arturo Cano, el jueves, en los jardines del Centro Cultural Casa Lamm Foto: José Carlo González
La figura de Elba Esther Gordillo es tal vez la que más sintetiza y personifica los males que arrastra México, como la corrupción, el charrismo sindical, la impunidad, el clientelismo político, la intolerancia a la disidencia, el autoritarismo o el fraude electoral.
Por ello, mientras personajes como la dirigente magisterial mantengan y aumenten el enorme poder que han acumulado, no puede hablarse de ningún avance sustantivo en el país ni en su ya larga transición a la democracia.
Esa fue quizá la coincidencia más destacada durante la presentación del libro Doña Perpetua: el poder y la opulencia de Elba Esther Gordillo (Editorial Grijalbo), de los periodistas Arturo Cano y Alberto Aguirre, de quienes se dijo que realizaron un trabajo de investigación biográfica “valiente, riguroso y pertinente”, que incluye la realización de más de cien entrevistas.
El libro fue comentado la noche del jueves en el salón Tarkovsky de la Casa Lamm, con la participación de los profesores Magdalena Gómez y Alba Elena Díaz, el político y activista Jesús Martín del Campo, el periodista Germán Dehesa y los coautores.
Todos mencionaron en diversos momentos el nombramiento de Gordillo como secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en 1989, durante el sexenio de Carlos Salinas, un ascenso que se dio a costa del cacicazgo de Carlos Jonguitud, quien había sido protector de la maestra.
La presentación tuvo un comienzo extraño, pues apenas empezaba a hablar Magdalena Gómez una veintena de asistentes se levantó de sus sillas y abandonó el abarrotado salón Tarkovsky, lo que varios de los participantes consideraron como una acción de “gente de la maestra”.
Los apuros calderonistas
Gómez dijo que entre la ambición de Gordillo por diversos tipos de poder, el que más le interesa es el poder presidencial, de ahí sus intenciones, frustradas, por ser candidata, y su acercamiento a mandatarios como Salinas, Fox y Calderón.
El calderonismo, agregó, está pasando apuros para “pagar las facturas” que debe a la maestra por el apoyo en 2006 para que el candidato panista, mediante diversas acciones de fraude electoral, ganara la elección presidencial.
Alba Elena Díaz dijo que el movimiento magisterial democratizador surgió primero como una respuesta ante el charrismo de Jonguitud en la época del PRI, y que después continuó con la llegada al poder y consolidación de Gordillo al frente del SNTE, primero con el priísmo y ahora con el aval del “PRIAN” y el Panal, el partido que creó.
Y como varios ponentes, Díaz se preguntó hasta cuándo México y la sociedad seguirán permitiendo la permanencia en la vida pública de un personaje que lastra el desarrollo del sistema educativo nacional y afecta a los niños y jóvenes del país.
Un personaje, afirmó, que dispone a discreción de las cuotas sindicales, que financia grupos de esquiroles, que padece como una “obsesión” a la Sección 22 del sindicato, que considera a la disidencia como un agravio a ella misma y que maneja un “tono amenazante y dictatorial”.
Hay una indignación general “por tanta opulencia mal habida”, dijo Díaz, y se preguntó que cómo era posible que siguiera como un lastre y factor determinante de la vida política nacional.
Y luego planteó que si la explicación se encontraba en la utilidad de ella para el “gobierno usurpador”, lo que generó aplausos del público, que también ocupó una salón adjunto y siguió la presentación por un monitor.
Picaresca y realidad
Jesús Martín del Campo comentó que Elba Esther Gordillo se asemejaba por momentos “a un personaje ficticio de la picaresca; pero no es así, ella es demasiado real”.
Dijo que ahora las prioridades de Gordillo son seguir presionando a Felipe Calderón, su enfrentamiento con la titular de la Secretaría de Educación, Josefina Vázquez Mota, y colocar a más gente suya en posiciones de poder, en la SEP y otras instituciones.
Todo ello, agregó Martín del Campo, en un contexto en que la educación pública en México se encuentra en peligro con la llegada al poder de la derecha, desde 2000.
Sin embargo, como otros participantes, dijo que Gordillo “no es infalible” y que cada vez son más las voces, en el medio magisterial y fuera de él, que pugnan por frenarla y expulsarla de la vida política mexicana. Debido a lo anterior, agregó, destaca la pertinencia del libro de Arturo Cano y Alberto Aguirre.
Asimismo, los coautores resaltaron la vocación del libro por la verdad y su sano alejamiento kapuscinkiano de la “objetividad falsa”.