Ministro polaco tuvo ganas de matar
Varsovia, Viena, 13 de junio. “Tenía ganas de matar...”, declaró el primer ministro polaco, Donald Tusk, al hablar del penal que decretó el silbante inglés Howard Webb en el minuto 93 del partido Polonia-Austria, que permitió a los austriacos empatar el juego 1-1 en la Eurocopa. “Hoy debo hablar como primer ministro, pero ayer mi discurso era completamente otro: tenía ganas de matar, ustedes saben a quién, como todos los polacos”, señaló Tusk. “Los errores del arbitraje existen, pero este fue particularmente duro, evidente e injusto. A todos nos dolió”, dijo el funcionario, mientras la UEFA diluyó la furia polaca: “No creemos que pueda haber discusión cuando los jugadores son estirados de la camiseta hasta el suelo con las dos manos”, zanjó en Viena el portavoz de la UEFA, William Gillard.