Usted está aquí: martes 17 de junio de 2008 Política Documentan fraude de Aguas de Barcelona contra Hacienda en 2004

■ La trasnacional no reportó $60.5 millones que recibió por el cobro del líquido

Documentan fraude de Aguas de Barcelona contra Hacienda en 2004

■ Funcionarios de Agsal crean ONG fantasma para desvirtuar un genuino movimiento civil

Jaime Avilés (Enviado /III)

Ampliar la imagen Las investigaciones a Aguas de Barcelona, que administra el líquido en Saltillo, demuestran que la trasnacional ha defraudado al fisco y a la Comisión Nacional del Agua. En la imagen, trabajadores reparan una fuga en la red de distribución Las investigaciones a Aguas de Barcelona, que administra el líquido en Saltillo, demuestran que la trasnacional ha defraudado al fisco y a la Comisión Nacional del Agua. En la imagen, trabajadores reparan una fuga en la red de distribución Foto: Alfredo Domínguez

Saltillo, Coah., 16 de junio. En 2004, la trasnacional europea Aguas de Barcelona (Agbar), que administra el agua potable de esta ciudad mediante su filial Aguas de Saltillo (Agsal), dio a conocer que había extraído 53.2 millones de metros cúbicos de agua (mdm3), facturado 35.6 mdm3 y cobrado 33.8 mdm3, por lo que, de acuerdo con las tarifas vigentes en aquel momento, “debió haber recibido 228.9 millones de pesos (mdp); sin embargo, reportó ingresos por sólo 168.4 mdp, de modo que en términos fiscales hay un faltante de 60.5 mdp, del que no enteró a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)”.

A la conclusión anterior llegaron los doctores Gloria Tobón y Rodolfo Garza, dirigentes de la Asociación de Usuarios del Agua de Saltillo (AUAS), después de comparar el informe de Agsal con el que, en el mismo 2004, emitió el sistema de agua y drenaje de la ciudad de Torreón, que es una empresa pública.

Con un número de usuarios similar al de Saltillo –“alrededor de 150 mil, porque son ciudades más o menos del mismo tamaño”–, el sistema de Torreón extrajo 63 millones de metros cúbicos, facturó 32 mdm3 y cobró 29 mdm3, por los que debió captar 244 millones de pesos, pero reportó sólo 235 mdp, “lo que habla de un boquete de 9 millones”.

Hace un mes, con estas cifras en la mano, la doctora Tobón denunció a Aguas de Barcelona ante el Tribunal Permanente de los Pueblos (heredero de los tribunales Russell contra la guerra de Vietnam y la dictadura militar de Chile), que sesionó en Lima, Perú, del 13 al 16 de mayo, con participación de delegados de todo el mundo, cuyas intervenciones abarcaron los abusos de los bancos, las empresas agroquímicas y las relacionadas con el petróleo y sus derivados en contra del medio ambiente y los sectores más pobres del planeta.

En su ponencia, la especialista mexicana documentó no sólo los atropellos que Agbar comete en contra de la población de Saltillo y la forma en que viola leyes municipales, estatales, federales e internacionales, sino la manera en que defrauda al fisco y a la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

“En 2004, la empresa extrajo 53.2 millones de metros cúbicos de agua, pero de acuerdo con sus propios reportes, únicamente pagó a Conagua el monto correspondiente a 39.2 millones de metros cúbicos, como consta en la memoria que Agsal publicó a principios de 2005”, subraya la dirigente de AUAS.

“Ese mismo dato sobre la disparidad entre el volumen extraído y el monto pagado a Conagua aparece también en la memoria de Agsal de 2005, que salió en 2006. Sin embargo, debido a nuestras denuncias públicas en los medios de Saltillo, la empresa ya no dio ningún dato al respecto en la memoria de 2006, que salió en 2007. Y después, de plano, ya ni siquiera publicó la memoria de 2007, que debió entrar en circulación a principios de 2008”, recuerda la doctora Tobón, mostrando su colección de ejemplares, a todo color, de las lujosas, aunque truncas, memorias de Aguas de Saltillo.

El director actual de Agsal, un brasileño llamado Rogerio Koehn, acaba de idear un mecanismo para contrarrestar en la prensa de la región los persistentes señalamientos de la Asociación de Usuarios del Agua de Saltillo: crear otro organismo que también lleva el nombre de Usuarios del Agua de Saltillo. Tal cual.

“La nueva AUAS, registrada en noviembre de 2007 ante el notario público Onésimo Flores Rodríguez, tiene como presidente nada más y nada menos que a Rogerio Koehn, gerente de Agsal; como secretario general aparece Lorenzo Ibarra Arredondo, (que en la empresa trabaja como) jefe de Grandes Clientes y Colonias, y como tesorera figura Marcela Carmona Ochoa, (en la empresa) jefa de Calidad-Cultura del Agua”, escribe la revista Espacio 4, en su edición número 328, que circula en estos días.

Esa publicación quincenal presenta un resumen de los atropellos administrativos cometidos por Agsal entre 2001 y 2004, mismos que obligaron al Congreso de Coahuila a practicarle una auditoría que, entre otras cosas, descubrió: “obras no reportadas al consejo de administración, diferencias de precios en dos obras similares, adquisición de automóviles fuera de la ley, sueldos y prestaciones excesivas”.

Tras la auditoría, el gobierno municipal salió en defensa de la empresa y ésta continuó abusando de los usuarios y violando todas las normas, hechos todos ellos que, en síntesis, impulsaron a los esposos Garza Tobón, líderes de AUAS, a concluir que “la privatización del agua de Saltillo se hizo dizque para fortalecer el sistema, trajo consigo una corrupción ilimitada y se tradujo en indefensión para los consumidores y pérdida de soberanía para el estado”.

Por eso, insiste el doctor Garza, “debemos estar muy atentos y oponernos a la privatización de Pemex, porque de repente, al menor descuido, se nos puede meter un monstruo por la ventana, como se nos metió Agsal, que más temprano o más tarde vamos a sacar de Saltillo. Nada más nos falta un buen abogado que agarre el toro por los cuernos”.

 
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