■ Unas 20 mil personas enfrentaron a la policía en reclamo de equidad entre provincias
Pugna en Perú por pago tributario de una minera del Grupo México
■ Permanecen secuestrados por pobladores de Moquegua un centenar de agentes antimotines
■ La gresca dejó como resultado 60 heridos, entre ellos dos policías con fractura de cráneo
Ampliar la imagen Una persona yace herida entre policías antimotines, después del enfrentamiento de ayer en el poblado minero de Moquegua Foto: Reuters
Lima, 16 de junio. Miles de residentes del sur de Perú que reclaman al gobierno central compartir mayores ingresos por los tributos que paga la minera Southern Copper –controlada por Minera México–, se enfrentaron hoy con elementos de la policía nacional cuando intentaban desbloquear la carretera Panamericana, que conecta con Chile, y que los manifestantes cerraron desde el jueves pasado.
Durante el intento de desalojo, residentes de la provincia de Moquegua que demandan mejorar el reparto de los ingresos fiscales, rodearon a un centenar de agentes antimotines de la policía nacional –incluido el general que los comandaba, Alberto Jordán– y hasta el cierre de esta edición los mantenían secuestrados en espera de una respuesta de las autoridades centrales.
Por la tarde, el presidente del consejo de ministros, Jorge del Castillo, leyó un comunicado oficial en el que condicionó el diálogo con los moquegüenses al retiro de los obstáculos que impiden la circulación en la Panamericana.
Moquegua recibió 117.5 millones de dólares y Tacna 107 millones en 2005 en ingresos por los tributos que paga Southern Copper. Para este año está previsto que Tacna reciba 254 millones de dólares y Moquegua 80 millones, lo que generó los reclamos de la última población, que el jueves pasado comenzó una huelga en demanda de un reparto más equitativo.
El comunicado del gobierno peruano fue emitido después de que Castillo inició una reunión con los gobernantes de Moquegua y Tacna, otra de las provincia mineras donde hay instalaciones de Southern Copper, una de las mayores productoras de cobre del mundo.
A pesar de que la protesta está relacionada con fondos destinados a la administración pública del departamento de Moquegua –una zona eminentemente minera, sobre la coordillera de los Andes–, el gobernante provincial, Jaime Rodríguez, no encabeza las protestas y se sumó a la solicitud del gobierno central peruano de desbloquear la carretera.
Las protestas en Moquegua se sumaron a las críticas de sindicalistas y opositores al gobierno del presidente Alan García, que reclaman al mandatario esforzarse más para que los sectores de menores ingresos disfruten los beneficios del boom económico que experimenta el país.
En ese sentido, la Federación de Trabajadores Mineros anunció que el 30 de junio empezarán una huelga nacional para presionar por mejoras laborales y prestaciones económicas y sociales.
Los mineros, que se quejan de no ser beneficiarios de los ingresos del sector, rechazan además una legislación que los deja fuera del reparto de utilidades de las empresas que explotan la minería.
Se prevé que este año las exportaciones mineras peruanas superen los 15 mil 150 millones de dólares, lo que representa más de 60 por ciento de las ventas externas totales de Perú, quinto productor mundial de oro y el primero de plata.
Las empresas del sector minero y energético pagan al año en promedio unos 430 millones de dólares por concepto de impuesto a la renta y regalías, según datos de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía de Perú.
Llevan 4 días los cierres en la carretera Panamericana
Según la policía, unas 20 mil personas participan en las protestas en Moquegua y por cuatro días han logrado cerrar varios tramos de la Panamericana. Pero el punto más crítico se ubica en el Puente Montalvo, donde impiden el tránsito de vehículos hacia las ciudades de Moquegua –la capital provincial–, Ilo y Tacna.
La ciudad de Moquegua está prácticamente paralizada, sin transporte por las protestas, mientras en Tacna las autoridades han declarado en emergencia la zona y no funcionan las escuelas, además de que comienzan a faltar alimentos y combustible.
Para tratar de dispersar a los manifestantes, los policías lanzaron bombas lacrimógenas, pero la gente respondió con piedras y palos. La gresca dejó un saldo de 60 heridos, entre ellos dos policías con fractura de cráneo, según reportes de radiodifusoras locales.
Mientras ocurrían los choques en la Panamericana, un grupo de moquegüenses atacaron las instalaciones de una fundición Ilo de Southern Copper, rompieron parte del muro que rodea las instalaciones, incendiaron una camioneta y dañaron otro vehículo, informó el presidente de la minera, Óscar González.
“Si el gobierno no actúa ya con un estado de emergencia va a haber problemas. En la empresa no hay nada que se pueda hacer”, dijo González. “Es algo que se le está saliendo de las manos al gobierno”, agregó.
Poco antes, Southern Copper advirtió que si la protesta continuaba por una semana más podría parar la operación de la fundición Ilo en Moquegua, que no recibe concentrados de cobre.
Desde que se instaló en Perú hace 10 años, el Grupo México ha invertido 2 mil millones de dólares en el país. En los próximos dos años espera invertir unos mil 260 millones en la expansión de las minas donde tiene presencia; además se alista para operar dos minas más en las regiones de Arequipa y Apurímac, al sur del territorio peruano.