■ La OTAN y el ejército envían refuerzos para enfrentar “amenazas potenciales”
La policía afgana alista operativo contra un supuesto grupo talibán en Kandahar
■ Presumen autoridades que podría tratarse del millar de reos que se fugaron el viernes pasado
Ampliar la imagen Abdul Malak, hombre de 30 años que perdió una pierna al pisar una mina, camina hacia su casa en el poblado de Bakhshikhail, provincia de Parwan. Esta comunidad afgana estuvo llena de explosivos durante los conflictos entre talibanes y mujaidines Foto: Ap
Kabul, 16 de junio. Al menos 500 presuntos talibanes se agruparon hoy cerca de la sureña provincia afgana de Kandahar, tres días después de la fuga de mil 100 presos de una cárcel de esa localidad, aseguró la policía.
“Nos preparamos a lanzar una operación contra ellos”, declaró el jefe de la policía de la provincia de Kandahar, Sayed Agha Saqeb, quien dijo que decenas de familias han huido de dos poblados del distrito de Arghandab, donde se han congregado los supuestos talibanes.
Saqeb no pudo precisar si entre los presuntos talibanes están los que se fugaron el viernes.
Arghandab se encuentra en la periferia norte de Kandahar, bastión de los talibanes antes de la invasión liderada por Estados Unidos en octubre de 2001, en represalia por el apoyo brindado por el régimen talibán a Osama Bin Laden y su red Al Qaeda, responsable de los atentados contra Washington y Nueva York el 11 de septiembre de ese año.
El general Carlos Branco, portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), expresó que los talibanes no lograrán controlar el área. “No vengan con esas afirmaciones funestas de que el distrito Arghandab está a punto de caer en manos de los talibanes. Eso no tiene sentido”, declaró Branco en conferencia de prensa.
La ISAF y el ejército afgano anunciaron haber enviado refuerzos a la región “para hacer frente a las amenazas potenciales” creadas tras la fuga de presos.
En la misma conferencia de prensa, Mark Laity, vocero de la OTAN, justificó el refuerzo de tropas en el sur, porque “la evasión puso en circulación a un montón de gente. Lógicamente, hay que responder a esa amenaza”.
La multitudinaria fuga fue un duro golpe al presidente Hamid Karzai, un día después de que la comunidad internacional, reunida en París, le prometió 20 mil millones de dólares a cambio de que fortaleciera el estado de derecho.
Al menos un suicida estrelló un coche bomba contra la entrada del centro penitenciario Sarposa, en Kandahar, con lo que abrió una hoyo en el muro. Luego un comando armado tomó la prisión y liberó a mil 100 reos, entre ellos 380 talibanes.
En otros hechos de violencia, la ISAF informó que sus fuerzas y soldados afganos abatieron 35 milicianos el fin de semana durante dos enfrentamientos al sur del país asiático, fronterizo con las áreas tribales de Pakistán y donde predomina la etnia pashtún, propia de los talibanes.
La víspera, Karzai hizo una advertencia a su vecino al reivindicar el derecho a atacar “guaridas terroristas”, que según él se encuentran en ese país, amenaza que Islamabad rechazó de inmediato.