■ El subsecretario Fernando González Sánchez negó que se busque ocultar deficiencias
Eliminará la SEP el concepto de reprobado del sistema educativo
■ El próximo ciclo entrarán en operación 5 mil escuelas “experimentales”, con “criterios de desempeño mínimo”
■ Hablamos de otra cultura de la educación, enfatizó el funcionario
Ampliar la imagen Estudiantes de la Escuela Nacional de Maestros bloquearon la avenida México Tacuba y el Circuito Interior para protestar contra el examen de oposición que SNTE y SEP pactaron para adjudicar las plazas del magisterio Foto: María Luisa Severiano
A partir del próximo ciclo escolar entrarán en operación en el país 5 mil escuelas “experimentales”, cuyo sistema de evaluación ya no consistirá en “calificar mediante números o cantidad” el desempeño de los alumnos del nivel básico (primaria y secundaria), sino que se establecerán “criterios de desempeño mínimo por grado o asignatura”, para así poder transferir al estudiante a otro nivel sin que exista la posibilidad de que repruebe, adelantó el subsecretario de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Fernando González Sánchez.
“Reprobar ya no estaría en el lenguaje de nuestro sistema educativo”, ilustró el funcionario sobre el nuevo método, tras destacar que con éste se propiciará “un desarrollo armónico a partir de su crecimiento (del niño); de su nivel de maduración, que va logrando en cada uno de sus instrumentos intelectuales y emocionales (sic); y eso hay que construirlo, no existe en el país”.
Entrevistado en el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), tras la entrega de premios a la convocatoria Los usos de Excale para la mejora educativa, dijo que los frutos de ese nuevo sistema podrían observarse, quizá, en una década.
“Los resultados podrán observarse en todo lo que resta del sexenio, y para observar frutos, quizá en unos 10 años.”
El funcionario de la SEP rechazó que en este tipo de evaluación “la consigna sea no reprobar”. En este caso, dijo, la calificación “no se resuelve por consigna, sino por acuerdos y por prácticas culturales en las que cada sociedad define cómo tratar a sus niños”. También negó que pueda servir para ocultar deficiencias: “No, porque los desempeños están claros”.
Y arguyó que “en una sociedad contemporánea, los niños ya no se aprueban o desaprueban; se les orienta en su desarrollo; el Estado y el sistema educativo debe poner distintos sistemas y servicios a su alrededor; la escuela debe tener un acompañamiento académico adecuado, servicios y oficinas de asistencia, donde los niños desempeñen sus potencialidades sin límite”.
Este proceso de “reforma curricular”, dijo, se da en el mundo, y en el caso de México está en estos momentos a discusión. “El programa que iniciaron el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la SEP (Alianza para la Calidad de la Educación, suscrito en mayo pasado) se debate para establecer mínimos de asignatura, grado y nivel.”
A la pregunta de si se acotaría la influencia del SNTE con este modelo, replicó: “es una gran oportunidad para focalizar nuestra intención de transformar el sistema educativo y establecer de manera muy clara hacia dónde tenemos que dirigir nuestros esfuerzos”.
Según el funcionario, lo que se está discutiendo “no es sólo la decisión de no reprobar, estamos hablando de otro sistema educativo; de otra cultura de la educación”.
A insistencia de la prensa, dijo que se partirá de pruebas de desempeño como Enlace –que evalúa conocimientos de Matemáticas y Español en nivel básico–; “microprocesos de evaluación en el aula, evaluación de padres, además creamos un sistema nacional de evaluación y nos seguimos comparando con otros países”.
A partir de ese tipo de modalidades, acotó, “esperamos construir, antes de que termine el sexenio, este método”, pero –precisó– “evaluar no es calificar; calificar es darle una cantidad a un desempeño. En el mundo actual, los desempeños son muy complejos; tienen que derivarse de capacidades más claras y mejor articuladas de los alumnos, por eso la manera de evaluar tiene que ser mejor construida”.
Según González, con el nuevo método “se trata de establecer pactos académicos, sociales y en el aula para hacer de la escuela el mejor espacio y para que (los niños) encuentren una plataforma mínima de desarrollo”.