La luna en los pinos
Ampliar la imagen Mujer peinándose el pelo (1920), detalle de la xilografía de Hashiguchi Goyõ (1880-1921), Japón, periodo Taishõ, de la colección Clarence Buckingham, ilustración incluida en el libro La luna de los pinos: haikus zen, reproducida con autorización del Instituto de Arte de Chicago
Publicado en 2000, en Londres, The Moon on the Pines, del especialista británico Jona-than Clemets, llega a México en una segunda edición de la realizada al año siguiente de la original, 2001, en una nueva traducción de 96 obras maestras del haiku japonés. Tres siglos de escritura condensada en las famosas tres líneas. La adaptación española se ha efectuado contrastando las reconocidas versiones de Octavio Paz, Fernando Rodríguez-Izquierdo y Antonio Cabezas. Los haikus constituyen la forma poética más breve, imbuidos del budismo zen. Dado que el zen abraza cada instante con una claridad total, los haikus no pretenden nada menos que ser una expresión completa, en sólo tres líneas, de la intensa aprehensión de un instante por parte de un poeta. Mediante unas pocas palabras, los haikus se adentran más allá de lo aparente para capturar el corazón de una experiencia, desencadenando todo un mundo de recuerdos y asociaciones en el lector. Con autorización de Editorial Océano, que distribuye en México esta hermosa novedad bibliográfica, compartimos algunos botones de este cerezo floreante
Rompo mi ayuno
Con la flor de la mañana.
Bashõ
Cual flor de la mañana
Qué fugaz es mi vida
Hoy... ¿Y luego...?
Moritake
Como una flor de la mañana
Parece mi vida hoy.
Moritake
Una flor caída
Regresa volando a su rama.
Una mariposa!
Moritake
Sin pincel
El sauce pinta el viento.
Saryu
Oh... Oh...
Enmudecí ante las flores
Del monte Yoshino.
Teishitsu
Sobre la gran campana
Se detiene una mariposa
Y duerme.
Buson
Al ocaso azul del cielo
La luna pinta un pino.
Ransetsu
Luna de otoño
Con tal brillo refulgiendo
Que escribí esto.
Sekkei
Algunas aldeas no tienen peces
Algunas no tienen flores
Mas todas ven la luna de esta noche
Saikaku
Mientras camino
Mi sombra a mi lado
Contempla la luna.
Sodo
Bajo el mismo techo
Durmieron las cortesanas,
La luna y la flor del trébol.
Bashõ
Mucho ha de aprender
Quien está ciego a la luz del relámpago.
Bashõ
Con quien no habla
Cuanto tiene en mente
Paso una agradable velada.
Hyakuchi
Sobre un banco de nubes
Viaja la luna.
Bonchõ
Tendida la mosquitera
Hasta los mosquitos son bellos
Volando entre los rayos de luna.
Baishitsu
Miré la luna incansable
No una vez ni dos.
Kigin