■ Reivindica el talibán la acción en la provincia afgana de Helmand
Atentado suicida contra patrulla de la OTAN mata a dos soldados y cinco civiles
Ampliar la imagen Una afgana baña a su niño cerca de su tienda. La mujer escapó de su pueblo cuando militantes del talibán asumieron el control del distrito de Arghandab, en la provincia de Kandahar, hacia el sur de Kabul Foto: Ap
Kabul, 20 de junio. Un atentado suicida contra una patrulla de las fuerzas extranjeras de ocupación causó este viernes la muerte de dos soldados y por lo menos cinco civiles, además de seis heridos, en una acción en la provincia afgana sureña de Helmand, reivindicado por la milicia talibán.
Fuentes locales y militares dijeron que un hombre se hizo estallar los explosivos que llevaba al paso de un convoy de fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en las inmediaciones de un bazar del distrito de Gereshk.
Inicialmente se había afirmado que eran 10 los muertos, pero se rectificó más tarde que la cifra total era de siete fallecidos.
La guerrilla islamita, tras reivindicar el atentado suicida, afirmó que estaba dirigido contra un convoy militar de Estados Unidos, y que había causado numerosas bajas entre los ocupantes.
Sin embargo, en un comunicado de la base aérea estadunidense de Bagram, en las afueras de Kabul, sólo se admitió la muerte de un soldado afgano.
Las fuerzas de ocupación reconocieron la muerte de dos soldados estadunidenses y un herido en tiroteos con la resistencia talibán, en otra acción en la misma provincia de Helmand, que es otro de los bastiones de la insurgencia, así como una de las principales regiones productoras de opio en el país desde la invasión estadunidense de finales de 2001.
El atentado de Helmand se produce en medio de críticas al gobierno de Afganistán, después de que hace una semana un ataque talibán contra la prisión de Kandahar provocó que se escaparan de ese penal más de mil detenidos, entre ellos unos 400 combatientes de la insurgencia.
Como respuesta, soldados afganos y de las tropas de ocupación lanzaron una ofensiva de dos días en Kandahar, que finalizó el jueves pasado con un comunicado en que se afirma “la victoria” al ser “limpiada” la zona de centenares de milicianos talibanes que estaban atrincherados, lo que provocó 56 bajas al enemigo.
Sin embargo, la OTAN dijo en un comunicado no haber observado “ninguna centración de talibanes” en la región.
En París, el Ministerio de Relaciones Exteriores informó de la liberación en la noche del jueves de un empresario francés secuestrado a finales de mayo en la provincia de Ghazni, en el sureste de Afganistán, así como de dos de sus acompañantes afganos.
El hombre de negocios, por el que se habría pagado a la milicia talibán varios millones de dólares, es propietario de una empresa de construcción de carreteras, y regresará de inmediato a su país, dijo la cancillería francesa.
Por su parte, un funcionario del consejo provincial de Ghazni afirmó que las autoridades locales rechazaron la excarcelación de un grupo de rebeldes.