■ La velocidad de crucero es buena, pero podría ser mejor, dice el presidente del consorcio

México no caerá en recesión por la crisis económica de EU: BBVA

■ La reforma de Calderón “tiene sentido” para un país que exporta crudo e importa refinados, opina el español

■ Prevé Rangel Domene un aumento en el costo del crédito bancario

Roberto González Amador

Francisco González, presidente del consorcio español BBVA, uno de los 11 mayores grupos financieros del mundo, anticipa que México no enfrentará una recesión como consecuencia de la caída en la economía estadunidense. Sin embargo, apunta: “la velocidad de crucero de México es buena, pero podría ser mejor”. De visita al país, hace referencia al actual debate sobre la reforma energética:

“Háganse las reformas lo más pronto que se pueda, lógicamente con todo el consenso que se necesite y eso dará a México todavía más velocidad de crucero”. Dice que la reforma petrolera planteada por el Ejecutivo en abril pasado “tiene sentido” para un país que exporta crudo e importa refinados. “No dejemos pasar el tiempo sin utilizar en beneficio de la comunidad, en este caso, el petróleo mexicano”. No hacerlo, afirma, “es perder oportunidades para los más necesitados”.

Esta semana el BBVA, propietario en México de BBVA Bancomer –el mayor banco del sistema financiero local– realizará en el Distrito Federal su reunión anual de consejeros, motivo por el cual el cuerpo directivo de la institución global se encuentra en la ciudad. Francisco González recibió este lunes a un reducido grupo de reporteros.

México es una de las franquicias más importantes del grupo español. De aquí obtuvo el año pasado una ganancia neta por 2 mil 84 millones de euros (unos 33 mil 340 millones de pesos), 34 por ciento de las que logró en todo el mundo, incluido España, que fueron de 6 mil 126 millones de euros (98 mil millones de pesos). América Latina, en conjunto, generó al consorcio un rendimiento en 2007 equivalente a 44 por ciento del total mundial.

A México se refirió ayer el presidente del BBVA, aunque no después de aclarar que no gusta hablar de la política doméstica de ningún país.

Después de ser interrogado respecto de la velocidad a que México crece –no más de 3 por ciento anual en los últimos cuatro años–, González planteó que cuando se habla de reformas de gran calado, por ejemplo la energía o la laboral, “si se hacen bien es en beneficio de todos y, sobre todo, a quien más benefician en menor plazo es a las gentes de menor renta, y no se verá ni un país en el mundo que crezca si no hace las reformas básicas para que las infraestructuras, y todo lo que crea economías externas, funcione bien”.

La reforma petrolera que impulsa el presidente Felipe Calderón, continúa, “tiene mucho sentido, francamente”, por tratarse de un caso, como el de México, que exporta petróleo crudo y adquiere del exterior productos refinados, como la gasolina.

Por eso, insiste el ejecutivo español, “respetando el derecho de todo el mundo y las propiedades que uno quiera plantear no dejemos pasar el tiempo sin utilizar en beneficio de la comunidad, en este caso el petróleo mexicano”. Dilatar los cambios, asegura, es perder oportunidades para los más necesitados porque, sostiene, en este tipo de grandes reformas los que más se benefician son las personas que tienen menos recursos.

“Háganse las reformas lo más pronto que se pueda, lógicamente con todo el consenso que se necesite, y eso le dará a México todavía más velocidad de crucero, porque claramente estamos en una competencia global, ya no existen fronteras en el mundo, ahora todos competimos contra todos”.

También habló sobre América Latina, importante para el crecimiento del grupo en los últimos años. El crecimiento económico de la región, que será este año en torno a 5 por ciento, es un signo de que esta zona del mundo “probablemente” no ha tenido una etapa tan benigna como la actual.

El momento político latinoamericano, caracterizado por conflictos al interior de algunos países y también entre naciones, dice Francisco González, “se van a resolver”. Agrega: “El mundo va por donde va. El mundo va por la economía de libre mercado, va por el crecimiento, por que haya menos desigualdad entre las personas, va por que haya más educación, mejor sanidad y para hacer todo eso hacen falta recursos”.

Apunta: “Francamente, no es por nada, el único sistema político que ha revelado que tiene mucho éxito es el sistema de democracia y libre mercado. No conozco otro. Otros intentos de crear riqueza con sistemas distintos por el momento no han dado resultado; si alguien encuentra una mejor formula seré el primero en aplaudirla, pero claramente la democracia y la economía de mercado han sido por el momento las formas de organizar a la sociedad de más éxito”.

El costo del crédito

En la reunión con la prensa estuvieron también José Ignacio Goirigolzarri, director ejecutivo del grupo; Héctor Rangel, presidente del consejo de administración de BBVA Bancomer, e Ignacio Deschamps, director general de la subsidiaria en México del consorcio financiero.

González consideró que el incremento de la morosidad y la disminución en el ritmo de crecimiento del crédito bancario en México no son razón de alarma. “El sistema financiero está bien, no va a haber ningún problema” como consecuencia de la crisis internacional, que ha afectado a varios de los mayores bancos del mundo.

Rangel Domene apuntó que puede haber un incremento en el costo de los créditos de los usuarios de la banca como consecuencia de la decisión del Banco de México, el viernes pasado, de elevar en un cuarto de punto, a 7.75 por ciento, su tasa de interés de referencia.

La decisión del banco central, “obviamente incrementa el costo de captación de la banca en general”, expuso Rangel Domene. Que se transmita a los usuarios finales, añade, dependerá de la competencia entre instituciones, pero “en algunos casos sí pasará, en algunos casos no; depende de qué tan competido esté el segmento, qué tan bueno sea el cliente, qué tanto se vaya a competir por ese crédito, pero sí evidentemente que la tasa del Banco de México marca un piso en los costos de referencia y de captación de la banca”.