■ En Irak, más de 10 decesos por disparos con mortero
Nueva jornada de violencia en Afganistán deja al menos 62 muertos
Herat, 23 de junio. Al menos seis civiles y 56 presuntos talibanes murieron en distintos hechos, al recrudecerse la violencia en Afganistán. En Irak, otra nación invadida por Estados Unidos, unas 10 personas fallecieron por disparos con mortero al norte de la ciudad sunita de Baquba.
Laal Mohamad, jefe del distrito de Shindand, en la provincia occidental afgana de Herat, manifestó que “hubo seis muertos”, todos hombres, y que algunos heridos –también varones– se encontraban en estado crítico. El funcionario precisó que el ataque tuvo lugar en un bazar, junto a la autopista entre Shindand y Herat.
El vocero talibán Yusuf Ahmadi afirmó que su movimiento fue el autor del ataque. “Uno de nuestros mujaidines (guerreros sagrados) llevó a cabo un atentado suicida con bomba contra fuerzas extranjeras en Shindand”. Añadió que “varios soldados perdieron la vida”.
Muchos militares de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés) acantonados en Herat son italianos.
La ISAF confirmó el atentado contra sus tropas, pero dijo que “por ahora” no sufrió pérdidas.
Por otro lado, el ejército estadunidense dio a conocer hoy que “cerca de 55 combatientes murieron, 25 resultaron heridos y tres detenidos” el fin de semana en un choque producido después de que una patrulla de la coalición internacional fue atacada en la provincia de Paktika, al sur del país.
En Irak, al menos 10 personas fallecieron anoche por disparos de mortero en Al Adhaim, noreste de Bagdad, provincia de Diyala, que tiene fuerte presencia de la red Al Qaeda.
Además, dos soldados estadunidenses perecieron y tres resultaron heridos este lunes en un ataque con armas ligeras al sur de Bagdad. Con estos decesos el número de bajas estadunidenses en Irak ascendió a 4 mil 104 desde la invasión, el 20 de marzo de 2003.
A todo esto esto, la seguridad en Irak continuó mejorando de marzo a mayo, con la violencia en su nivel más bajo en cuatro años, pero estos avances “siguen siendo frágiles, reversibles y desiguales”, según un informe trimestral elaborado por el Pentágono.