■ Las obras que dirigió marcaron toda una época de ese arte escénico
Murió Klaus Michael Grüber, “uno de los más grandes del teatro alemán”
Ampliar la imagen Escena de Doctor Fausto, exitosa adaptación que Grüber hizo a la obra de Goethe, aquí en la Casa de Ópera de Zurich, en 2006
Berlín/Viena/París, 23 de junio. El director de teatro y de ópera alemán Klaus Michael Grüber, uno de los más célebres en el panorama artístico europeo, murió esta noche en Belle-Ile-en-Mer, en el noroeste de Francia, a los 67 años, comunicó hoy el director de los Festivales de Salzburgo, Markus Hinterhäuser.
El director del citado festival subrayó su pesar por la muerte de Grüber, al que calificó como “uno de los más grandes del teatro en alemán, un verdadero monumento al teatro de finales del siglo XX”.
Grüber, quien padecía cáncer desde hacía años, fue uno de los pocos directores alemanes que en los años 70 y 80 encontró gran reconocimiento internacional. Francfort, Amsterdam, Bruselas, Berlín, Salzburgo y Aix en Provence fueron sólo algunas de sus principales estaciones.
El funeral, el miércoles
La semana pasada, los Festivales de Salzburgo tuvieron que anunciar que debido a su enfermedad, Grüber se había visto obligado a abandonar los trabajos de dirección de la ópera Luci Mie Traditrici, de Salvatore Sciarrino, en la iglesia colegial de esa ciudad.
Ligado fuertemente al teatro Schaubühne, de Berlín, sus obras marcaron enormemente toda una época teatral.
Grüber nació el 4 de junio de 1941 en la localidad de Neckarelz, en el sur de Alemania. Estudió en la Escuela de Teatro de Stuttgart y después aprendió y trabajó durante varios años con los italianos Giorgio Strehler y Paolo Grassi, en Milán.
En 1969 se trasladó a Bremen de la mano de Kurt Hübner, donde ya había hecho historia teatral años antes con puestas como La tempestad, de William Shakespeare.
Otras de sus principales direcciones escénicas fueron Bakchen, de Eurípides, en 1974, en el Schaubühne, de Berlín y, sobre todo, Winterreise (Viaje en invierno), siguiendo Hyperion, de Hölderlin, y presentado en 1977 en el Estadio Olímpico de la misma ciudad.
Grüber cosechó también enorme éxito con la adaptación de Fausto, de Johann Wolfgang von Goethe, con Bernhard Minetti en el papel principal, el 22 de marzo de 1982, para celebrar el 150 aniversario de la muerte del literato alemán.
En la ópera, Grüber destacó en la escenificación de obras de compositores como Rossini, Verdi y Wagner.
El parisino Festival d’Automne comunicó que el funeral del director de teatro se realizará en Lorient, este miércoles.