■ La intérprete ofreció tres conciertos en un solo día en el Tepeyac, con teatro lleno
Piensan que ya no existo, porque no se me ve en la televisión, dice Manoella Torres
Ampliar la imagen La cantante de origen neoyorquino en una de sus presentaciones Foto: Cristina Rodríguez
El teatro Tepeyac se llenó tres veces con los seguidores de la cantante de origen neoyorquino Manoella Torres. En un solo día, recientemente, tres tandas de canciones, de los éxitos que le han dado fama a lo largo de 36 años de trayectoria. La mujer que nació para cantar, como la definió Armando Manzanero en 1971, tiene seguidores de antaño y nuevos. “Todo es producto de la perseverancia”, expresó en entrevista, al final de sus presentaciones.
En su camerino, visiblemente cansada, pero de mirada chispeante, dijo sentirse feliz por el trato del público, que ha coreado Te voy a enseñar a querer, Libre como gaviota, Si supieras… y que abandonó el teatro pasada la medianoche
Eran las dos de la madrugada y todavía había gente que la quería saludar. Le llevaron algunas flores. Un chavo que la idolatra le regaló en el último concierto un muñeco de peluche. “Eso hace cada vez que la ve”, comentó personal del equipo de trabajo de la cantante.
Me siento parte del público
“Le tengo un gran amor a lo que hago, que es cantarle al público. Hoy fue un ejemplo y las tres funciones estuvieron llenas. Mis canciones hablan de situaciones nostálgicas, de infidelidad; sí, ellos –el público– se identifican con mis canciones.
“A la vez, me siento parte de ellos. También ha habido momentos difíciles, pues la mercadotecnia ha cambiado muchísimo. Es necesario hacer muchas cosas por uno mismo y, en este caso, por la gente que está alrededor, que me apoya. Mientras siga pisando tierra, tenga salud y mi voz sea vigente, como Dios me la ha dado, seguiré cantando.”
–En México, en general, no se reconoce el talento de la gente con experiencia.
–Lo importante es insistir. Tengo una página web que ayuda muchísimo a que la gente sepa que estoy vigente, porque internacionalmente tal vez se piense que ya me fui al otro mundo. Aquí son mis presentaciones, pero hay quien me comenta que no me ve en la televisión. Ponen mis canciones en la radio, pero las viejitas, no las nuevas; lo importante es estar vivo, con ganas de seguir adelante, con personas echándote porras, porque no voy a negar que a veces se baja la pila.
“Sin embargo, como dije en el escenario, cuando uno da amor hay que hacerlo de corazón. Procuro ser sincera siempre, no puedo ser de otra forma. Como dice mi canción: acéptame como soy o vivamos separados.
“Antes, por falta de experiencia o timidez, no me atrevía a ser sincera, y aunque creo que no se debe agredir, sí hay que darse un sitio como mujer, un respeto.”
–¿Ha sido más difícil por ser mujer?
–Son otros bemoles, porque debemos dedicarnos en cuerpo y alma a nuestra carrera y, a veces, esto no se entiende. Con la familia o la pareja no podemos estar todo el tiempo que queramos, pero no lo comprenden; sin embargo, si alguien te ama te va a seguir. Así es el amor.
Doy calidad, dice
–¿Cómo se cantaba antes, cuando comenzaba y brillaba?
–Me considero afortunada porque en mis inicios, en 1972, y desde antes, tomé clases de canto con Paco de Migueles, en Estados Unidos; era como mi papá. Su técnica se quedó conmigo. Otra maestra me enseñó aspectos técnicos fundamentales, para usar el diafragma, sin emplear la garganta. Actualmente hay alta tecnología para ayudar a la voz, y en ocasiones no se necesita tener mucha, porque le ponen sus ondas modernas. Si no cantas, cantas. Soy una persona que da calidad en el concierto.
“Lo bello es que me mantengo, aunque no estoy en la tele. Aquí, en el Tepeyac, están tratando de revivir el teatro de revista. Comencé en el teatro Blanquita y no me es nuevo hacer tres funciones. Antes era de martes a domingo.”
Manoella desarrolla un proyecto televisivo que se transmitirá primero por un canal de Guadalajara y, posteriormente, en Cablevisión y Sky. “Lo producirá Gualberto Castro. Cantaremos y entrevistaremos a artistas.”