■ Homenaje en la UNAM a 100 años del nacimiento del líder socialista
Salvador Allende, antítesis de los políticos actuales: Narro
■ Chile agradece acogida a exiliados tras el golpe militar de 1973
Ampliar la imagen El embajador de Chile, Germán Guerrero Pavez; el rector de la UNAM, José Narro, y el ex representante de ese país en México, Luis Maira Aguirre, en el homenaje al ex presidente Salvador Allende. En la imagen, el diplomático trasandino entrega una carta de agradecimiento de la presidenta Michelle Bachelet Foto: Francisco Olvera
Ayer, al cumplirse 100 años del nacimiento del ex presidente chileno Salvador Allende Gossens, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, recordó al líder socialista como gran hombre y ejemplar pensador, cuyo legado filosófico y político recobra hoy “absoluta vigencia” en un México donde existe “una desvalorización de la política, lo cual, por supuesto, no beneficia a nadie ni tiene utilidad alguna”.
En un acto conmemorativo, donde Chile agradeció a México y a la UNAM la acogida brindada a la comunidad exiliada tras el golpe militar al gobierno de Allende, en 1973, el rector dijo que era “oportuno” recordar algunas de las razones que el filósofo Adolfo Sánchez Vázquez mencionaba a la hora de explicar el por qué se produce la desvalorización de la actividad política, para “no seguir cometiendo errores.
“Esta tiene que ver con las contradicciones que formulan los políticos entre los planteamientos y la realidad; con el desacuerdo a los principios que deben defender; con el interponer intereses particulares a los generales, con el frecuente doble lenguaje que aplican; con la corrupción y con la banalización de su actuación.
“Digo que es oportuno porque, precisamente, la antítesis de esos planteamientos es lo que distingue a Salvador Allende”. Señaló que en su gobierno, la política en Chile y en América Latina vivió un momento de esplendor, por lo que en la actualidad es “una obligación” recordarlo por su vida, su obra, su pensamiento y porque cultivaba muchas de las virtudes que tiene que exigírsele a un hombre público: honestidad, congruencia, solidaridad, lealtad, visión de Estado, compromiso con las necesidades de la mayoría, trabajo, generosidad y un elemento de “enorme valor: la dignidad”.
En el Antiguo Palacio de Medicina, el rector también expresó: “Fue un médico notable y destacado que entendía la labor médica como un proyecto con gran contenido social y a la política como medicina a gran escala”.
Aseguró que los enemigos de Allende “se equivocaron” porque con su desaparición provocaron su ingreso anticipado a la historia de los grandes hombres y que su pensamiento esté absolutamente vigente.
Rescató el discurso latinoamericanista de Allende, por lo que su pensamiento obliga a preguntarse si no sería mejor hoy, en tiempos de modernidad, medir los niveles de desarrollo de un país no sólo por su ingreso nacional o per cápita, sino según los grados de ejercicio de libertad, el respeto a los derechos humanos, la igualdad, la lucha contra la pobreza, por salud, alimentación, educación y vivienda.
“Por eso, mientras en América Latina persista la pobreza extrema que nos marca y nos da vergüenza, mientras la nuestra sea la región más desigual del planeta; mientras nuestros niños mueran prematuramente o nuestros adolescentes no tengan acceso a la educación, el pensamiento de Salvador Allende estará vigente”.
En el homenaje, el embajador de Chile en México, Germán Guerrero Pavez, agradeció al rector la solidaridad de México y la UNAM y le hizo entrega de una carta de la presidenta de su país, Michelle Bachelet, en la que agradece la acogida brindada a los chilenos que debieron abandonar su patria y exiliarse en “el hermano país.
“El exilio es uno de los castigos más severos a que puede ser sometido un ser humano, al verse privado de su familia, de sus seres queridos y de su suelo patrio. México, con la cálida acogida brindada a mis compatriotas, contribuyó a mitigar, en gran parte, el dolor que les produjo esta injusta situación.”
Por su parte, el embajador chileno expresó que llegó el momento de pagar la deuda con la UNAM y que con el reconocimiento de la figura histórica de Allende es también momento para dar las gracias a un país “que, en medio de un trance gris y amargo, nos dio una lección de vida”.