■ “Pondrá a las familias trabajadoras por delante de Wall Street”, dicen líderes obreros
Se suma el sindicalismo estadunidense a la campaña presidencial de Barack Obama
■ Anuncia la AFL-CIO una “movilización política” para la participación de 13 millones de votantes
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Michelle Obama (arriba a la izquierda), quien según el diario The New York Times “viste para ganar” y comenzó a ser comparada con la ex primera dama Jackie Kennedy, participó ayer en un acto con la esposa del ex gobernador de Nueva Hampshire Jeanne Shahee, en Manchester. Abajo, su marido, el precandidato presidencial demócrata, ingresa a un evento de recaudación de fondos en Washington, al que asistió también Hillary Clinton
Foto: Ap
Nueva York, 26 de junio. La central obrera estadunidense AFL-CIO dio hoy su apoyo al aspirante demócrata a la presidencia, Barack Obama, y le otorgó así el poder del movimiento social organizado no religioso más grande del país y sus gigantescos recursos humanos y financieros para la batalla electoral por la Casa Blanca.
Los líderes de los 56 sindicatos nacionales que conforman la central obrera votaron de manera unánime para apoyar a Obama. “Necesitamos –dijeron– un cambio en la dirección de nuestro país y elegir a un presidente que pondrá a las familias trabajadoras… por delante de Wall Street”.
Como senador, añadieron, su historial de votos legislativos ha coincidido en 98 por ciento con las posiciones de la central obrera, comparado con 16 por ciento por parte de su contrincante republicano, John McCain.
La central obrera rival Change to Win, conformada por siete de los sindicatos más grandes del país que rompieron con AFL-CIO, ya había apoyado a Obama y, por tanto, con la decisión de hoy el candidato presidencial demócrata contará con el apoyo unido del mundo sindical, que representa a unos 15 millones de agremiados, más jubilados, familiares y simpatizantes. Los sindicatos estadunidenses, casi sin excepción, han sido una de las bases más importantes del Partido Demócrata.
Pero sobre todo, el apoyo sindical ofrece a Obama contar con la capacidad de la movilización del voto a nivel de base junto con el beneficio de los considerables recursos financieros del movimiento obrero organizado.
La AFL-CIO y sus sindicatos afiliados invertirán este año 200 millones de dólares en total en las elecciones, tanto la presidencial como las legislativas federales y estatales, y Change to Win podría otorgar otros 100 millones más a este esfuerzo.
La AFL-CIO anunció que su endoso también marca el comienzo de una “movilización política” dedicada a promover la participación obrera de unos 13 millones de votantes relacionados con el mundo sindical, con un enfoque en 24 estados prioritarios, que incluyen las entidades claves de Ohio, Pennsylvania y Michigan.
Afirmó que el día de las elecciones, en noviembre, uno de cada cuatro votantes será de hogares de agremiados a sindicatos.
Obama “es un campeón para las familias trabajadoras, quien entiende lo que se necesita hacer para crear una economía que funcione para todos y no sólo para las grandes petroleras, las grandes farmacéuticas, las aseguradoras, los especuladores y los muy ricos. Nos enorgullece apoyar al senador Obama para ayudar a que nuestra nación establezca un rumbo que mejorará las vidas a generaciones de trabajadores y nuestros hijos”, dijo John Sweeney, el presidente de la AFL-CIO.