■ La Furia Roja regresa a una final de la Eurocopa después de 24 años

España fue superior a Rusia; ganó 3-0 y se enfrentará a Alemania

■ Con un apagado Arshavin, el equipo de Guss Hiddink sólo opuso resistencia en el primer tiempo

■ David Villa salió lesionado y se perderá el juego del domingo contra los teutones

Agencias

Viena, 26 de junio. España se impuso 3-0 a Rusia y se ubicó en la final de la Eurocopa, que jugará este domingo ante Alemania. Tras muchas décadas de decepciones, el cuadro hispano tiene la oportunidad de acabar con su historia negra y lograr el primer título desde 1964, cuando ganó el torneo continental.

Al igual que en la primera fase, la Furia Roja volvió a ser muy superior a los rusos, sobre todo desde el primer gol, de Xavi, al inicio del segundo tiempo.

Al contragolpe, Daniel Güiza y David Silva sellaron la presencia de España en la final de una Eurocopa 24 años después, tras caer en Francia 84 ante los anfitriones.

El partido se avizoraba espectacular por los conceptos ofensivos de ambas escuadras, pero por encima de eso el partido era una semifinal y se notó en la primera parte.

Al principio, y sólo al principio, nada tuvo que ver la Rusia de hoy a la del 10 de junio, cuando España la goleó 4-1. Se trataba de evitar el más mínimo error. El “equipo de escuela”, como lo definió su técnico Guus Hiddink, parecía de Universidad. Sólo era un espejismo.

Los primeros 15 minutos fueron vistosos. Los conjuntos demostraron su buen manejo del balón y llegaron con comodidad y frecuencia al área.

Comenzó a inquietar la Roja

Sin embargo, la Furia Roja inquietaba más. David Villa probó desde fuera del área, pero detuvo Igor Akinfeev, muy seguro. En el 15 hubo un posible penal a Torres, y en el ida y vuelta que era el partido en esos momentos respondió Roman Pavlyuchenko con un peligroso tiro libre.

Luis Aragonés gritaba “tranquilos, tranquilos” a sus hombres, que llevados por la búsqueda del contragolpe perdieron muchos balones.

Y la tranquilidad llegó. Bajo la pertinaz lluvia que cayó sobre Viena, el partido se paró. Tanto temían los respectivos contragolpes que las escuadras se anularon.

Hiddink colocó a Serguei Semak y Konstantin Zyryanov por delante de la defensa, con Ivan Saenko a la derecha, Igor Shemshov en el enganche y el temido Andrei Arshavin en la izquierda. Poco se supo del codiciado jugador del Zenit de San Petersburgo.

En el minuto 29 Villa chutó una falta y se lesionó. Inmediatamente dejó de correr, meneó la cabeza y se tapó la cara con la camiseta dorada que hoy lució España.

El máximo goleador de la Eurocopa y pesadilla rusa en el partido de la primera fase, con tres goles, quedó fuera por un desgarro. Poco después fue remplazado por Cesc Fábregas. Aragonés dejó sólo en punta a Torres.

En medio del shock, Pavlyuchenko, siempre peligroso, estuvo a punto de marcar dos veces.

Torres se echó el equipo a la espalda y al 38 volvió a crear peligro en el área rusa. Así murió la primera mitad.

Y al inicio del complemento llegó el gol que cambió el duelo. En una rápida combinación Iniesta se internó en el área, centró y Xavi, quien había empezado la jugada, irrumpió desde atrás y marcó el primer tanto, al 50.

España tenía el partido donde quería: en ventaja y esperando los espacios que iba a dejar una Rusia obligada a atacar.

Hiddink movió fichas y dio entrada a Diniyar Bilyaletdinov y a Dimitri Sychev, pero no cambió la dinámica. El partido era del cuadro hispano, que gozó de tres ocasiones seguidas, una de Cesc y dos de Torres.

El delantero del Liverpool no tuvo su noche y Aragonés lo cambió al 68, por Daniel Güiza. Al mismo tiempo, Xavi Alonso sustituyó a Xavi para reforzar el mediocampo junto a Marcos Senna.

Rusia no daba señales de vida y al minuto 72 el buen juego de la Furia Roja tuvo premio. Sergio Ramos sirvió para Cesc, genial desde su salida al campo, que tocó de primera para Güiza, quien definió con la pericia propia del máximo goleador de la liga española.

El partido quedó para la fiesta. Y así llegó el tercer gol. Otro contragolpe, Fábregas para Silva y tercer tanto de España, abrumadoramente superior, que no podrá contar para la final con Villa.

Sin embargo, Güiza demostró que Alemania debe preocuparse.

“Nos costó en el primer tiempo, pero en el segundo pudimos liberarnos y encontrar nuestro juego. Estamos en la final y el rival se llama Alemania. Es un desafío de calibre”, señaló Aragonés.

“Perdimos contra un gran conjunto. Los españoles estuvieron excelentes y merecieron la victoria. Obviamente estoy decepcionado por el resultado, pero orgulloso de todas formas de mi equipo. El tercer lugar es un gran éxito”, afirmó Hiddink.

Sobre Arshavin, sin brillo en el cotejo, subrayó: “Un oponente como España se centró en él y tuvo momentos difíciles. Aprendió que deberá sobrevivir en partidos duros, pero su calidad es buena para nosotros y para el futuro”.