Usted está aquí: domingo 29 de junio de 2008 Cultura “He sido fiel a la enseñanza y he aprendido de ella”: Arturo Azuela

■ Hoy se presenta una colección de 15 títulos del “profesor trashumante”, en Bellas Artes

“He sido fiel a la enseñanza y he aprendido de ella”: Arturo Azuela

■ Nunca separé el arte de la ciencia; aunque con el rigor de la disciplina no se forman seres completos, expresó en entrevista

■ Entre sus actividades está la reactivación del Seminario de Cultura Mexicana, para el cual consiguió un aumento del presupuesto gubernamental, dijo

Arturo Jiménez

Ampliar la imagen Azuela anunció que casi está listo su libro Desde Jaulin, la ruta de Goya   Azuela anunció que casi está listo su libro Desde Jaulin, la ruta de Goya Foto: José Carlo González

Setenta años edad, 50 de “profesor trashumante” por el mundo y una vocación multidisciplinaria de escritor, ensayista, científico, matemático, historiador, sociólogo, periodista, ingeniero civil y hasta violinista, reflejada en parte en unos 40 libros de literatura y divulgación de la ciencia y la cultura, no podían recibir mejor homenaje que el reconocimiento editorial del lanzamiento de la Colección Arturo Azuela, que hoy se presentará en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, a las 12 horas.

Con ese motivo, Azuela (Distrito Federal, 1938) hace una pausa en su ajetreada vida actual –se encuentra cambiando su residencia de España a México, está haciendo resurgir el espíritu vasconcelista del Seminario de Cultura Mexicana, que ahora relanza como presidente, y está, como siempre, a punto de publicar un nuevo libro– para charlar con La Jornada y compartir: “Estoy viviendo un momento maravilloso; además, me acaban de dar buenas noticias sobre mi estado de salud. De mis 50 años de profesor habría que destacar mi fidelidad a la enseñanza y el aprendizaje que he obtenido de esa enseñanza”.

Ciencia y arte, vínculo íntimo

Adelanta una de las reflexiones que hará hoy durante el homenaje en Bellas Artes: “Llegar a 50 años de profesor es un hecho que depende de nuestra capacidad de elección, de aquello que llamamos la construcción y recreación de un destino propio, un camino elegido por nuestros gustos y nuestras utopías”.

Azuela ha sido director de la Casa del Lago, de la Revista de la Universidad, de la Facultad de Filosofía y Letras, de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y, desde hace algunos meses, presidente del Seminario de Cultura Mexicana, además de sumar medio siglo de profesor en ciudades como París, Madrid, Zaragoza, Lisboa, Chicago, Austin, Santiago de Chile y México, sobre todo en la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional.

De los orígenes de su vocación multidisciplinaria, recuerda que desde muy joven siempre se interesó por lecturas científicas, literarias, musicales, históricas.

“Toda mi vida he pasado, sin ninguna dificultad, de un campo a otro, aunque es un paso aparente, porque todos están ligados. De ahí que uno de mis recientes libros, La ciencia y el Quijote, sea un estudio sobre el conocimiento científico en esa obra de Cervantes. Era, por cierto, la época del Renacimiento, en la que había este transvase entre una ciencia y otra, entre un conocimiento humanístico y uno científico. Nunca he separado el arte de la ciencia, jamás. Siempre para mí han estado íntimamente vinculadas. ”

Ahora, abunda, tiende más a la especialidad, al rigor de la disciplina. “Pero así no se forman hombres completos, sino gente al margen de la parte esencial de la cultura: las humanidades. En toda mi carrera como profesor siempre he hecho hincapié en ésto. Si estudio, por ejemplo, a John Napier, el inventor de los logaritmos, pues veo qué contribuciones humanísticas hizo. Y qué decir de Newton, Galileo o Copérnico, que además eran verdaderos humanistas.”

Nieto del reconocido escritor Mariano Azuela, adelanta que casi está listo su nuevo libro sobre la llamada ruta de Goya. “Y para irse de espaldas: hay familias que vivían en estos pueblos alrededor de la ciudad de Zaragoza que ahora viven en pueblos de Jalisco”.

Con el título Desde Jaulin, la ruta de Goya, el libro habla de personajes de los pueblos de esa región, como Luis Buñuel, José Ignacio Mantecón y Odón de Buen, así como de periodos históricos, como la Guerra Civil española.

Tras el espíritu de Vasconcelos

De su proyecto para el Seminario de Cultura Mexicana –una de las causas para que dejara su residencia en Zaragoza, España–, Arturo Azuela dice que busca un “cambio de fondo” con el apoyo de “la mejor gente”, para lo cual ha conseguido aumentar el presupuesto de 3 millones a 7 millones de pesos, aportados, sobre todo, por la Secretaría de Educación Pública, además de los gobiernos locales, universidades y empresas privadas.

Dice que los más de 50 miembros del seminario, divididos en cuatro cuerpos colegiados, se han comprometido con su relanzamiento; entre ellos están figuras como Alí Chumacero, José Emilio Pacheco, Leonora Carrington, Fernando del Paso, Mario Lavista, María Teresa González de McGregor, Ruy Pérez Tamayo e Ignacio López Tarso.

Creado en 1942 bajo el influjo vasconceliano y con varios momentos luminosos, dice, sin embargo, que el Seminario de Cultura Mexicana “se estaba muriendo” por el bajo presupuesto, el cansancio de sus miembros y los sueldos para nada decorosos.

Ahora, dice Azuela, la sede del seminario, ubicada en Presidente Mazarik, en Polanco, mantiene una actividad constante, pero no sólo se han quedado en presentaciones de libros y conferencias, sino que se han diseñado novedosos cursos de educación continua y diplomados para ubicarse en la vanguardia, además de una labor editorial que lleva varios títulos.

Azuela dice que se han fortalecido también las más de 50 corresponsalías o subsedes locales del seminario en el país y creado siete nuevas, además de relanzar las del extranjero, sobre todo las tres de Estados Unidos y el otro trío de España, aunque se trabaja para crear otras en Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, Chile y Argentina.

No se trata de generar una imagen “nacionalista barata”, sino “muy universal”, dice, y agrega que se trabaja con otras instituciones, como el INBA y el Congreso de la Unión.

Azuela asegura que no hay censura ni autocensura en los temas del seminario; más bien se fomenta una actitud crítica y dinámica , acorde con los graves problemas del país, como la militarización, el narcotráfico y la violencia, sin olvidar la cultura, la cultura popular y la defensa del patrimonio cultural.

 
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