■ Los germanos pierden a Michael Ballack y los hispanos a David Villa, por sendas lesiones
España, favorita ante Alemania en la final de la Eurocopa 2008
■ Luis Aragonés lleva 21 partidos consecutivos invicto al frente de su selección; advierte que le “meterán ritmo al balón” para cansar a sus rivales
■ Son imprevisibles, declara Joachim Löw
Viena, 28 de junio. La selección española tiene la oportunidad de cambiar el curso de la historia de las recientes décadas y lograr su primer título internacional en 44 años, en la final de la Eurocopa 2008 que jugará este domingo contra Alemania. Los germanos podrían sufrir la baja de su capitán, Michael Ballack, quien sufre un problema muscular en la pantorrilla derecha.
El equipo de Luis Aragonés, quien dejará el cargo tras este encuentro, parte como favorito por el juego que ha exhibido, aunque Alemania tiene ventaja por su experiencia en este tipo de duelos, ya que busca su cuarto título continental, en su final internacional número 13.
La selección alemana ganó la Eurocopa en 1972, 1980 y 1996, y esta será su sexta final, tras haber perdido las de 1976 y 1992, mientras España se juega por tercera vez el cetro, tras haberse llevado el título en 1964, en su único triunfo internacional, y haber sido segunda en 1984.
Mientras Alemania podría resentir la ausencia de Ballack, España no podrá contar con David Villa, máximo goleador del torneo con cuatro tantos, quien sufrió una lesión muscular en la pierna derecha en la semifinal contra Rusia y su puesto podría ser ocupado por Cesc Fábregas.
Aunque ese cambio podría volverse en contra de Alemania, ya que España hizo su mejor juego en la semifinal contra Rusia cuando Fábregas entró en lugar de Villa al minuto 34.
El técnico español de 69 años, que lleva 21 partidos consecutivos invicto al frente de su selección, alineará al mismo equipo que ha venido utilizando en esta Eurocopa, en la que ha sacado adelante todos sus duelos, con 11 goles a favor y tres en contra.
“Alemania físicamente va a ser mejor, pero le metemos un ritmo al balón que puede cansarlos. Vamos a ver si lo permiten, pero es muy difícil que cualquier equipo no nos permita tocar, sobre todo cuando lo hacemos rápido”, afirmó Aragonés.
Alemania, por su parte, tras un inicio titubeante, en el que ganó a Polonia (2-0) y Austria (1-0) y perdió con Croacia (2-1), se recuperó al vencer a Portugal (3-2) en cuartos y a Turquía (3-2) en semifinales.
La principal fuerza de Alemania es su centro del campo, con Ballack, quien podría ser remplazado por Tim Borowski, y Bastian Schweinsteiger.
Arriba, delanteros de la talla de Lukas Podolski, Miroslav Klose y Mario Gómez asustan, aunque tal vez su punto débil sea la defensa, con seis goles recibidos y un portero, Jens Lehmann, en horas bajas.
España llega con la ventaja de haberse quitado la presión de una historia negra que le impedía superar la fatídica barrera de cuartos de final y que una derrota contra un rival del calibre de Alemania no sería indecorosa.
Pero la selección hispana querrá derrotar a un rival al que sólo ha ganado una vez en partido oficial, con cuatro derrotas y dos empates.
El seleccionador Joachim Löw sabe que España será un contrincante complicado. “Los españoles dieron una exhibición impresionante contra Rusia. Desde el inicio juegan en un nivel muy alto y son muy buenos técnicamente. Es realmente un equipo imprevisible”, dijo, y señaló que Ballack no está descartado, pero sus posibilidades de participar “no son grandes”.
Mientras su compañero Thomas Hitzlsperger reconoció: “Él es un jugador muy especial para nosotros. Es un líder, y a alguien así lo necesitamos en la final”.