■ Sostiene que no conviene para la buena marcha de la economía y busca la privatización
Rechaza Carlos Tello que la iniciativa de Felipe Calderón fortalezca a Pemex
■ De seguir por ese camino las rentas petroleras se diluirán entre cada vez más socios, advierte
Ampliar la imagen Carlos Tello, durante su intervención en el Senado Foto: Cristina Rodríguez
Las iniciativas en materia energética que envió el presidente Felipe Calderón al Congreso no convienen para la buena marcha de la economía nacional, tampoco fortalecen a Petróleos Mexicanos y, contrarias a la Constitución, buscan privatizar aún más la actividad energética del país, advirtió Carlos Tello Macías, ex subsecretario de Hacienda, ex titular de la Secretaría de Programación y Presupuesto y ex embajador de México en Cuba, al participar en los debates del Senado sobre la situación financiera y presupuestal de Pemex.
“No se explica, ni mucho menos se justifica, la entrega al sector privado de negocios y actividades que generan, a quien las practique, cuantiosas utilidades. Si no fuese ese el caso, no se estarían peleando los particulares por obtener esos negocios”, aseveró el catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México, luego de afirmar que, de seguirse por este camino, las rentas petroleras se diluirán poco a poco entre cada vez más y más socios, a los cuales se les retribuirá con márgenes generosos de utilidades. “Espero que no pasen las iniciativas que en materia energética envió el Ejecutivo federal”, apuntó.
Al igual que los ponentes que intervinieron ayer en los debates, Tello Macías hizo un recuento del ahogo fiscal a que ha estado sometida la paraestatal y las transferencias al fisco que, subrayó, exceden al total de las utilidades, antes de impuestos, de la empresa. Este proceso de descapitalización continuaría si se aprueban las iniciativas de Felipe Calderón, pues en esencia “se quiere pasar al sector privado negocios e inversiones”.
Sostuvo que la situación financiera y presupuestal de Pemex en la actualidad es el resultado, en muy buena medida, de las decisiones que el Ejecutivo federal, por conducto de la Secretaría de Hacienda, ha tomado en los últimos 25 años y, de manera destacada, en los últimos 15, con lo que se ha sometido a la paraestatal a un duro, oneroso y poco flexible sistema de control financiero y presupuestal que se define a partir de las necesidades del gobierno federal, sin tomar en cuenta el sano y eficiente desenvolvimiento de Pemex.
Tello Macías destacó que es la Secretaría de Hacienda, junto con el Congreso, la que establece el régimen fiscal de Petróleos Mexicanos, que no es otra cosa que la exacción indiscriminada de los ingresos petroleros que se van para, parcialmente, resolver y sanear los crónicos desequilibrios en las finanzas públicas, toda vez que la recaudación fiscal está altamente petrolizada y el destino de lo recaudado se diluye en los diversos gastos corrientes del gobierno.
El ex funcionario comentó que los presupuestos reducidos y la falta de inversión han llevado a debilitar el personal técnico de Pemex, además de que se ha despedido personal calificado y promovido la jubilación anticipada. “Con las iniciativas propuestas, se busca continuar por el mismo camino, pues los proyectos de gran envergadura los llevaría a cabo el sector privado y la paraestatal sólo registraría y administraría contratos con terceros”, enfatizó.
Resulta interesante y curioso, agregó, que en su reciente visita a España el presidente Calderón, en la comitiva oficial, se haya hecho acompañar sólo por la canciller Patricia Espinosa y el secretario del Trabajo, Javier Lozano. En esta visita, dijo, se firmó un memorando de entendimiento migratorio mediante el cual México, en forma ordenada, enviará a España personal calificado.
“Parece ser que en el gobierno se piensa que nos sobra en el país personal calificado. De aprobarse las iniciativas presentadas al Senado, en efecto, le sobraría personal calificado al sector energético público”, ironizó.
Como parte de las propuestas, enfatizó la necesidad de dotar a la paraestatal de autonomía empresarial de gestión, “no como propone el Ejecutivo federal”. Lo que resulta necesario, insistió, es desincorporar a Pemex del presupuesto federal y liberarlo de restricciones macroeconómicas innecesarias que inhiben su funcionamiento y competitividad.
También modificar el régimen fiscal de la empresa petrolera, a efecto de que utilice parcialmente los cuantiosos excedentes por la venta de crudo para fortalecerse, y pasar luego “lo que sobre, que será mucho”, a la Federación para que ésta constituya un fondo especial que apoye las finanzas públicas de los estados, el combate a la pobreza y obras básicas de infraestructura.
Y finalmente desaparecer la Secretaría de Energía y establecer una comisión nacional del ramo, de la que dependan Pemex, la CFE y otras entidades públicas que tienen que ver con la materia; dicha comisión estaría facultada para establecer la política en materia de energía, administrar a las empresas públicas y coordinarse con las privadas que operan en el mencionado sector, concluyó.