■ El crimen ofrece protección a talamontes para controlar la actividad y obtener más ganancias
Vínculos del narco con tala clandestina en Edomex, Morelos y Michoacán: Profepa
■ Los grupos delictivos se dedican también a robo, secuestro y tráfico de armas y de personas
Ampliar la imagen Destrucción de plantíos de mariguana en Michoacán, el pasado 9 de junio Foto: Cristina Rodríguez
Se ha encontrado vinculación del narcotráfico con la tala clandestina en Ocuilán, estado de México; Huitzilac, Morelos, y en el área de la reserva de la biosfera Mariposa Monarca, en Michoacán, que en algunos casos vende protección a los taladores y utiliza esta actividad como un “giro” más de la cadena delictiva, señaló Alejandro Angulo, director de Inspección de Vida Silvestre de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Durante su participación en el foro Tala ilegal en México: el saldo humano y ambiental, organizado por Greenpeace, aseveró que los puntos de ingobernabilidad forestal en territorio nacional han pasado de 100 a 30, entre los que se encuentran los sitios mencionados anteriormente.
Detalló que la cadena delictiva en los bosques tiene una especialización en cuanto a las áreas: “tenemos los casos del Distrito Federal, que es el mercado; Huitzilac, zona de transformación, y el estado de México, de extracción, además de que hay división de trabajo al interior de los grupos”.
Precisó que existe una combinación de diversas actividades delictivas; “no sólo es la tala, también es el robo, y hablamos de esta parte de la actividad del narcotrafico, donde no sólo hace narcomenudeo, sino que hay cultivos en zonas forestales. En Michoacán, intenta controlar los espacios de los talamontes a cambio de protección, es decir, se les mete a dicha actividad en la lógica de ese mercado”.
En entrevista, abundó que “los grupos donde la actividad central es el narco tienen otros giros, como secuestro, robo y tráfico de armas y de personas, y dentro de ellos está la tala; controlan a los talamontes para obtener otras ganancias”.
Específicamente –dijo–, se han encontrado estos grupos en Ocuilán, donde están conectados con gente de Huitzilac. En esta localidad morelense se halló droga, narcomenudeo y zonas de cultivo en áreas forestales. Detalló que realiza un libro denominado La guerra por el bosque, donde documenta que en dos administraciones pasadas de Huitzilac los presidentes municipales formaban parte de los grupos de talamontes; por eso la cadena delictiva forestal genera espacios de gobernanza delictiva.
Agregó que la tala va en descenso en el país, debido a que la presión se orienta a las zonas costeras, los manglares y las playas, y por las formas de desarrollo económico que se desarrollan en el país.
Por su parte, José Antonio Anaya, director de Delitos del medio ambiente de la Procuraduría General de la República, dijo que se han iniciado 108 averiguaciones previas y los agentes del Ministerio Público “son especializados”, por lo que rechazó que haya negativas a aceptar denuncias, como señalaron el pasado lunes campesinos forestales.