■ Atención médica de calidad, reto, afirma
Asume Pérez Padilla como nuevo titular del INER
Con el respaldo de la comunidad médica y administrativa del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), ayer tomó posesión el nuevo director, Rogelio Pérez Padilla, quien de inmediato planteó entre los retos a vencer, el de proporcionar atención médica de calidad que prevenga complicaciones, minimice los sucesos adversos y acorte las estancias hospitalarias.
Para lo anterior se requieren nuevas medidas de seguridad permanentes y auditables. Señaló que las complicaciones que tienen los enfermos derivan de insuficientes mecanismos de prevención y no de la acción de personas incompetentes o irresponsables.
El reto son las acciones que hagan cada vez más difícil generar problemas adicionales de salud a los pacientes durante su atención, indicó Pérez Padilla, quien resultó electo en el proceso de selección coordinado por la Junta de Gobierno del INER, el cual dejó satisfecha a la mayoría de los empleados del instituto.
Así lo demostraron ayer, cuando ante el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos el comisionado de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, Julio Sotelo Morales; directores de otros institutos y funcionarios del sector, los empleados ovacionaron a Pérez Padilla cuando llegó al acto y luego en la presentación de los integrantes del presidium.
En la ceremonia efectuada en la explanada del INER hubo hasta una pancarta con la leyenda “bienvenido”. Ahí mismo, Córdova Villalobos y Sotelo Morales reconocieron el trabajo realizado por el director saliente, Fernando Cano Valle, quien mostró liderazgo, compromiso y convicción por mejorar la salud de la población, dijo el secretario.
Por su parte, Pérez Padilla agradeció el legado de la administración de Cano Valle y su colaboración para esta transición. Ahora, dijo el nuevo director, es tiempo de evaluar los logros y rezagos, reforzar lo que funciona y corregir lo que falla.
En cuanto a la investigación, señaló que el INER necesita proyectos más complejos, con componentes básicos, clínicos y epidemiológicos, que les permitan competir con ventaja por los financiamientos existentes y los futuros.