■ Familiares de los acusados aseguran que el asunto de los 33 cubanos tiene tintes políticos
La PGR “fabrica culpables” en el caso de personal del INM vinculado a traficantes
■ Ante el juez que dictó el arraigo, los funcionarios alegaron ser inocentes
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Indocumentado detenido en Estados Unidos
Foto: Ap
En una audiencia inusual, los funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) a los que se vincula con traficantes de indocumentados –los cuales hace un mes contrataron a sicarios para rescatar a 33 migrantes cubanos–, manifestaron ayer ante un juez federal que se está cometiendo una “injusticia” en su contra.
Familiares de los funcionarios acudieron a las instalaciones del juzgado séptimo de distrito con sede en el Reclusorio Sur, pero se les impidió estar presentes en la diligencia.
Carlos de la Parra, quien dijo ser padre de uno de los inculpados, refirió a La Jornada que las acusaciones “las hizo el gobierno federal (vía la Procuraduría General de la República) para fabricar culpables; este es un caso más político que judicial”.
Sin dudarlo, aseguró que pone “las manos al fuego” por la supuesta inocencia de su consanguíneo. “El caso lo estamos peleando mediante un amparo, y el propio juez (de garantías) ordenó esta diligencia para que se le pueda decir al juez que concedió el arraigo, que hay violación a la Constitución en perjuicio de estos jóvenes funcionarios”, puntualizó.
En días pasados, la PGR confirmó que 18 de los 33 cubanos que se encontraban en calidad de desaparecidos desde el pasado 12 de junio, fueron detenidos por autoridades de migración de Estados Unidos, en Texas.
En un comunicado, la dependencia informó que los cubanos fueron trasladados al puerto de Veracruz, y, de ahí, siguieron por Tamaulipas hasta cruzar la frontera.
Además, reveló que nueve de los servidores públicos del INM que rindieron su declaración ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada fueron puestos bajo arraigo, igual que los dos choferes que transportaban a los cubanos.
El pasado 6 de junio, los 33 cubanos, junto con cuatro guatemaltecos y un salvadoreño, fueron rescatados por la Armada de México en aguas territoriales mexicanas, frente al estado de Quintana Roo, donde quedaron a disposición de las autoridades migratorias. El 12 de junio, escoltados por agentes del INM, el grupo de migrantes salió, en autobús, de Chetumal a la estación migratoria de Tapachula, Chiapas. Sin embargo, cuando el camión en que eran transportados circulaba por la carretera Ocosingo-Palenque, al menos seis personas encapuchadas y armadas secuestraron a los extranjeros.