■ Magna subió 6 centavos; reduce brecha con el referencial internacional, justifica Hacienda
Tuvo la gasolina el mayor aumento de precio mensual de los pasados 10 años
El precio de la gasolina aumentó seis centavos por litro a partir de julio, el mayor incremento mensual en los carburantes al menos en la última década, confirmó ayer la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Un litro de gasolina Magna, la de mayor consumo, se vende en 7.23 pesos por litro, cuando en junio costaba 7.17.
El incremento, que ocurre en momentos en que el repunte de la inflación supera los límites máximos prestablecidos por el Banco de México, que según sus previsiones superará 5 por ciento, refleja el ajuste mensual de precios que se realiza desde hace 15 años, así como el alza acordada por el gobierno y el Congreso, el año pasado con motivo de la reforma al sistema tributario, conocido popularmente como gasolinazo.
El aumento fue mayor al aplicado en los meses previos, como una forma de “evitar que se siga ensanchando” la diferencia entre el precio de la gasolina en México y el referente internacional, explicó ayer la SHCP.
Para este año el gobierno federal tiene previsto subsidiar el consumo de gasolina con 200 mil millones de pesos. México importa cuatro de cada 10 litros de gasolina que se consume en el mercado doméstico.
Las ventas de gasolinas realizadas por la red comercial son en promedio de 621 mil barriles por día, de ellos 82.4 por ciento es de Magna y 17.6 por ciento de Premium, mientras que se expenden 253 mil barriles por día de diesel.
La Premium cuesta $9.04
El precio de la Magna se ubicaba en enero en 7.03 pesos; en febrero subió a 7.05; en marzo, 7.07; en abril, 7.10; en mayo, 7.13; en junio, 7.17 y en julio, 7.23 pesos por litro. En tanto, la Premium se vendía en 8.77 y ahora se comercializa en 9.04 pesos.
Para Gilberto Ortiz, vicepresidente de la Comisión de Energéticos de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), resulta cuestionable que el gobierno federal no difundiera el incremento en el “desliz” mensual en los precios de las gasolinas y el diesel, con la misma profusión que utilizó meses atrás para informar sobre el llamado gasolinazo.
“Probablemente se manejó de una forma cupular y por eso, si avisaron, no nos dimos cuenta. Probablemente se buscó no alterar la opinión de la gente con estos anuncios y se pensó que siendo un ajuste tan pequeño pasaría inadvertido, aunque durante mucho tiempo ha existido ese deslizamiento gradual que ha permitido al gobierno hacer los ajustes a la economía”, dijo.
Explicó que si entre junio y julio el precio de la gasolina Magna aumentó seis centavos y el diesel siete, se trata de una alza “no significativa” que resulta “sana y preferible que se realice de manera gradual y no abrupta para no afectar la economía”, además de que se encamina a que en México se fijen precios para los energéticos “reales y no ficticios”, acordes con los que se manejan a nivel internacional, al tiempo que descartó un impacto negativo en los precios de bienes y servicios del país.
No obstante, criticó que las autoridades justifiquen el ajuste para desalentar el llamado “turismo energético”, ya que si el precio del diesel y la gasolina se venderá 2 centavos más caro respecto de Estados Unidos, “en nada desalienta que los estadunidense crucen la frontera para comprar el combustible puesto que allá se comercializa casi 30 por ciento más caro.
Incluso consideró que las autoridades mexicanas deben evaluar los beneficios que dicho fenómeno acarrea para las ciudades fronterizas, ya que el comprar combustible más barato está dando mejores resultados que “cualquier campaña publicitaria para fomentar el turismo en la zona”.
De acuerdo con el Grupo Financiero Invex, en su análisis de julio, pese a la determinación del gobierno federal por estimular la demanda interna, “la economía mexicana ha comenzado a debilitarse” y debe analizarse “hasta qué punto las autoridades contarán con recursos suficientes para impulsar el crecimiento del país”.
La firma consideró que si el gobierno determina continuar con el subsidio a la gasolina, menos recursos tendrá para invertir en proyectos productivos, pero si, por el contrario, determina eliminarlo, “implicará una inflación mayor”.