■ El multipremiado mago ha actuado en 57 países y ha preparado rutinas para Copperfield
Encabeza la magia de Kevin James cartel del 120 aniversario del Atayde
Ampliar la imagen Kevin James (derecha) y su asistente Antonio Hoyos Foto: José Antonio López
Ampliar la imagen Complejo acto de ilusionismo en el que el mago parte en dos a una persona Foto: Roberto García Rivas
Hace medio año fue su primera experiencia en un redondel; ahora, tras el éxito de su presentación, encabeza el elenco de la significativa temporada del aniversario 120 del Circo Atayde Hermanos.
Kevin James, multipremiado mago estadunidense, dice sentirse halagado de regresar a México y, de nueva cuenta, presentarse bajo una carpa, a lo que no está acostumbrado, lo cual añade mayor grado de dificultad a los actos de ilusionismo que ejecuta de forma magistral.
“Fue algo totalmente novedoso, tanto en la presentación del acto como en la interacción con el público”, señaló James en su camerino, antes de pasar a la pista para el ensayo final de las funciones que desde ayer se presentan en la Carpa Astros.
Para el ilusionista de 46 años de edad, la interacción con el público es lo que más le ha impactado, sobre todo la participación infantil.
Acostumbrado a actuar en casinos o en restaurantes donde va de mesa en mesa con sus trucos de prestidigitación, James se declara entusiasta del circo y su mundo, pues desde hace varios años se hace acompañar de Antonio Hoyos, su imprescindible asistente, quien ha recibido granados elogios por su caracterización de Charles Chaplin. La misma Geraldine, una de las hijas del mimo británico, así se lo hizo saber: “Mi padre estaría feliz de verte”, comenta el ex acróbata colombiano, hombre de circo que tuvo ya el gusto de actuar en el Chaplin’s Studio, en California, donde permanece parte de la parafernalia utilizada por el gran Charlot en sus películas.
Los grandes piden sus consejos
Además, ha participado en espectáculos en Las Vegas, como en el que reducen de tamaño a Roy, del duo integrado también por Siegfrid, manejadores de felinos.
Los actos de ilusión de James son de elaboración propia: lo mismo hace bailar una rosa formada por una servilleta que saca nieve de una chistera.
Su fama ha sido requerida por otros grandes del gremio, como David Copperfield, a quien le ha elaborado un par de rutinas. Un año, más o menos, es lo que tarda James en perfeccionar cualquiera de sus actos. “Hay que ponerle el toque personal”, dice, y explica que el truco en el cual saca nieve de la chistera es muy común, ya que lo realizan prácticamente la mayoría de los magos, pero que él le añadió algo especial, por lo que en una ocasión, algunas personas del público lloraron, y es que, explica, recordaron cuando estuvieron por vez primera bajo una nevada.
La ilusión que ahora desarrolla es la de traspasar a un humano con una bola de acero, acto sofisticado, acepta, en el que recurrirá a la tercera dimensión. “Pero la rutina tiene que salir perfecta.”
Para James, la magia se le dio a los 10 años, en su pueblo natal, Kalamazoo, Michigan. “Siempre supe que esto era lo que quería hacer para ganarme la vida; en eso creo que tengo algo en mi favor”, señala. Reconoce que ahora la magia ha perdido algo de su esencia, pues cualquiera puede acceder a los secretos del oficio, a los que no se aviene su hijo Jarret, más interesado en la computación que en los azoros que produce la actividad con la que ha convivido en sus 17 años de vida.
“Sin embargo, para hacerse de buena reputación hay que ser muy original y tener muy en cuenta al público, para que conserve la capacidad de asombro y la belleza que hay en las ejecuciones.”
Para sus presentaciones en el Atayde, James, quien ha actuado en 57 países, aparecerá en tres segmentos del programa: al principio y cerrará las dos mitades de las funciones.
“La magia nos hace olvidar un poco las preocupaciones de la vida adulta y nos lleva de regreso a la niñez”, concluye, al tiempo que pone a funcionar uno de sus laboriosos aparatos.
Circo Atayde Hermanos, Calzada de Tlalpan 855; Metro Villa de Cortés. Funciones, de lunes a sábado, a las 17 y 20 horas. Domingos a las 12, 16 y 19 horas.