■ Al duplicarse esos precios habrá un impacto sobre el estadunidense promedio: analista
El alza del combustible generará una espiral inflacionaria “de pesadilla”
San Diego, 10 de julio. La crisis por el alza en el precio de los combustibles podría generar una espiral inflacionaria que se convierta en una “pesadilla” para el estadunidense promedio, advirtió el analista Charles Langley, de la Red de Consumidores de San Diego.
“Todo cuanto usamos y consumimos está directamente vinculado con el petróleo (...) no pueden esperar que el precio del combustible se duplique sin que impacte desde la macroeconomía hasta la vida del estadunidense promedio”, sostuvo.
Algunos sectores consideran que los primeros impactos de la crisis energética son más evidentes a nivel macroeconómico. La Asociación de Camioneros de Estados Unidos informó que en los últimos 12 meses ha rematado 40 mil unidades por el creciente costo del galón (3.8 litros) de diesel. “Cada centavo de dólar que aumenta el precio del diesel, para la industria camionera comercial se traduce en 391 millones de dólares anuales en combustible”, agregó la asociación.
“Los camiones de carga comercial consumen unos 204 mil millones de litros de combustibles anuales”, y dos terceras partes del transporte usa gasolina, mientras el resto consume diesel, el combustible más caro actualmente en el país.
Datos del Departamento de Energía de Estados Unidos señalan que en 1995 el galón de gasolina se vendía en California en 1.24 dólares; para 2000 costaba 1.61 dólares; en julio de 2004 valía 2.20, para ese mismo mes de 2006 pasó a 3.22 dólares y ahora se cotizó en 4.58.
En los últimos 13 años el precio del combustible casi se cuadruplicó y se esperan más aumentos, por lo menos de agosto a noviembre próximos.
Automotrices como Ford, GMC, Chrysler y Dodge suspendieron en los últimos meses la producción de camionetas tipo pick up y vehículos familiares. Las ventas de ese tipo de vehículos, que tienen como rendimiento promedio unos 15 a 21 kilómetros por galón, también bajaron.
La caida en las ventas y la producción implica cierre de operaciones y despidos, entre otras medidas, pero de acuerdo con Langley, ese tipo de informaciones macroeconómicas pierden de vista el impacto del alza de los combustibles en el estadunidense promedio.
“El auricular que tengo en la mano para esta entrevista está hecho con petróleo, estoy sentado frente a mi pantalla que se fabricó con lo mismo, el teclado, el escritorio, la silla, la ropa que visto, hecha en parte con petróleo y algodón”, planteó el analista.
En un escenario en el que el precio del combustible se cuadruplicó en 15 años, “el futuro que se espera es realmente una pesadilla”, advirtió el primer analista que pronosticó la mayor crisis energética en la historia de California entre 2000 y 2001.
Explicó que desde los ochenta, el modelo económico estadunidense sustituyó los índices inflacionarios por los de consumo, pero dejó fuera los costos promedio de “alimentación, vivienda y energía, que son prácticamente 90 por ciento del gasto promedio”.
“Una familia de ingresos bajos, de unos 80 mil dólares al año, pueden prevenir y tratar de salvar la situación, aunque todavía algún miembro tenga una pick up y no se pueda deshacer de ella, y tenga que usar tarjeta de crédito para llenarle el tanque y eso aumenta 10 por ciento más intereses el costo”, dijo.
“Pero una familia de ingresos pobres, de entre 30 mil y 50 mil dólares anuales, definitivamente va a tener que enfrentar una situación que podría decir que va a ser horrible”, advirtió.