■ Presenta el ayuntamiento de León video en el cual niegan abusos
Policías torturados, contentos
Guanajuato, Gto., 10 de julio. La cúpula empresarial de León reiteró ayer su respaldo total al presidente municipal y al secretario de Seguridad Pública y arremetió nuevamente contra los medios de comunicación por dar a conocer los entrenamientos en tortura que recibe la policía municipal de Léon.
El ayuntamiento convocó hoy a un desayuno al que acudieron unas 500 personas, entre ellas líderes empresariales, de clubes sociales, funcionarios, legisladores locales y federales y militantes y simpatizantes del Partido Acción Nacional (PAN).
En la reunión se presentaron videos con los testimonios de El Naches y El Chuta, los policías que fueron sometidos a torturas como recibir agua mineral a presión por las fosas nasales, tener la cabeza metida en un retrete con excremento y ser obligados a revolcarse en su vómito.
Los dos dijeron que están “contentos” y que no sufrieron vejaciones. El Naches incluso dijo que el tehuacanazo lo refrescó porque “tenía mucho calor”.
Al finalizar la presentación, el secretario de seguridad pública del municipio, Alvar Cabeza de Vaca Appendini, dijo que las tortura “eran simulaciones” que no causaron dolor o lesiones.
Pero el 30 de junio, cuando se difundieron los videos, dijo que eran entrenamientos para que los policías estuvieran preparados si eran capturados por el crimen organizado. “Sabían de qué se trataba. Es una capacitación extrema para situaciones extremas.”
La Jornada preguntó a Cabeza de Vaca por qué en esta ocasión no se mostraron los videos donde se ven las torturas y vejaciones, y respondió: “Hemos dicho una y otra vez en qué consistieron las capacitaciones. Mi trabajo no es presentar videos. Yo me dedico a la seguridad pública”.
Deplora ombudsman argumentos “casi fascistas” de funcionarios
Lo que han revelado los videos divulgados en León –además de la tortura a ciudadanos y que se prepara a los policías para ello– es que la secretaría de seguridad pública de esa ciudad “necesita un cambio estructural. ¿Qué quiere decir eso? Que se debe modificar todo el modelo, y eso incluye el organigrama”, afirmó Manuel Vidaurri Aréchiga, titular de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Guanajuato (PDHG).
También deploró los intentos de justificación del alcalde, el panista Vicente Vicente Guerrero Reynoso, y del titular de la dependencia involucrada, Alvar Cabeza de Vaca, quienes alegan: “no estamos formando a niñitas chillonas”. Según el ombudsman, “hasta el lenguaje es autoritario”. Lo mismo ocurre cuando se alega que los cursos de tortura son necesarios para el combate al narcotráfico. “El argumento es casi fascista (pues) justifica los atropellos a la ciudadanía. Es una tontería”, dijo.
“Tenemos evidencias incontestables. Ayer vimos el video que cierra el círculo: una persona humillada por policías, cuando la dignidad no termina cuando llega la muerte: sigue. Primero vimos a una persona lastimada y, para mí, torturada; luego la capacitación y finalmente esto.”
Insistió en que se necesita una restructuración a fondo del sistema, de los métodos y las técnicas; “cambiar el modelo vertical del siglo antepasado, militarizado, con un concepto del deber cuestionable, por uno garante de los derechos humanos, respetuoso de la legalidad, con fortalezas éticas, científicas y físicas.”
Dijo que la Procuraduría General de Justicia del estado debe integrar averiguaciones previas con base en el Protocolo de Estambul, relativo a tortura, porque el gobierno del estado, a través del procurador Daniel Chowell Arenas, firmó la adhesión en 2004.
Sobre las declaraciones del subprocurador de León, Demetrio Valadez, quien dice que no se configura el delito de tortura, Vidaurri señaló: “¿No conoce la Constitución? ¿No sabe que hay una convención contra la tortura? Pero en esto todos tienen responsabilidad: los jueces, la Procuraduría, que firmó el protocolo, y el Congreso”, concluyó.