■ El estudio permitirá crear un medicamento específico para quienes padecen ese mal
Inmegen halla en 2 genes origen de la obesidad en los mexicanos
■ Pronto se conocerá información precisa sobre riesgos de salud de los pobladores: funcionario
El origen del sobrepeso y obesidad que afecta a 70 por ciento de la población adulta en México es, en parte, genético y se encuentra específicamente en los genes conocidos como GNB3 y FTO, cuya presencia está asociada al exceso de grasa que se acumula en la cintura y cadera de hombres y mujeres, revela una investigación del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen).
Gerardo Jiménez Sánchez, director del Inmegen, aseguró que con éste, uno de los primeros resultados del trabajo en el área metabólica, se confirma que el instituto, creado apenas hace cuatro años, permitirá poner al alcance de los mexicanos una medicina individualizada, predictiva y preventiva. El descubrimiento se realizó en el laboratorio del Inmegen, en colaboración con la Clínica de Obesidad del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de la Nutrición (INCMN) Salvador Zubirán.
A escala mundial se han encontrado decenas de genes vinculados con la obesidad en diferentes poblaciones, de los cuales 14 son los más comunes. De éstos se seleccionaron 23 variaciones (cambios de una sola letra, también conocidos como snips), con los cuales se realizó el trabajo de investigación en el Inmegen.
Participaron 138 individuos, pacientes del INCMN, cuyo índice de masa corporal era igual o superior a 30 kilogramos por metro cuadrado (kg/m2), es decir, estaban en el rango de la obesidad mórbida.
Los 14 genes estudiados forman parte del genoma de los mexicanos, pero a diferencia de lo que se ha encontrado en otras poblaciones, aquí sólo dos están asociados con la obesidad. Jiménez Sánchez explicó que aunque fueron pocos pacientes, la relación matemática es muy sólida y permite concluir que en un grupo más numeroso se encontrará el mismo resultado.
En entrevista, el investigador destacó que estos datos que parecen haberse obtenido de una manera muy sencilla, tienen detrás una inversión muy grande, desde la misma existencia del Inmegen, –en cuya creación Jiménez Sánchez jugó un papel fundamental–, el personal entrenado en el área, la tecnología y la colaboración con el INCMN, cuya clínica de obesidad es de las mejores del mundo. También resultó de vital importancia que ya se tuviera el mapa genómico de los mexicanos; es decir, el Inmegen cuenta con información precisa sobre las variaciones genómicas que distinguen a nuestra población del resto del mundo.
De inmediato, el director del Inmegen reconoció la labor del grupo de investigadores, quienes encabezados por David Velázquez, Irma Silva y Alejandra Contreras, encontraron la conexión de los genes GNB3 y FTO con la obesidad de los mexicanos.
Al enfatizar sobre la relevancia de este trabajo, Jiménez Sánchez comentó que fue sometido a un escrutuinio para ser presentado en el Congreso Mundial del Genoma Humano, que se llevará a cabo en India, el próximo mes de septiembre. En apenas tres días fue aceptado, subrayó el funcionario.
Entusiasmado con estos primeros resultados, porque cada vez se acerca más la fecha en que se podrá ofrecer a la población información precisa sobre su estado de salud, sus riesgos para el desarrollo de enfermedades, así como las alternativas para prevenirlas y, en su caso, los tratamientos clínicos más eficaces para cada individuo, Jiménez Sánchez comentó que en una segunda fase de la investigación, que ya se inició, participarán 384 individuos; se analizarán 40 genes y mil 536 variaciones de una sola letra (snips). El objetivo es encontrar nuevas variaciones genéticas asociadas a la obesidad.
Señaló que muy probablemente se encontrará una docena de genes y unos 20 snips que también están vinculados con el exceso de peso corporal, algunos con mayor o menor riesgo, pero con los cuales se podrá ofrecer un diagnóstico integral sobre el riesgo de cada individuo a caer en una situación de obesidad.
Tocará entonces a quienes toman las decisiones, diseñar las políticas públicas de salud para determinar las medidas de prevención que se aplicará a cada persona según su perfil de riesgos, de acuerdo con lo que indique el estudio genético. Para ello sólo será necesaria la obtención de una gota de sangre de la persona.
Con la experiencia obtenida en la primera fase de la investigación, el director del Inmegen señaló que los resultados de la segunda se tendrán en octubre. Además de las implicaciones que estos datos tendrán a escala nacional para mejorar las condiciones de salud de la población, también forman parte de la base genética de los mexicanos que viven en Estados Unidos, y en general, para las sociedades de América Latina que tienen una historia similar de mestizaje.