■ Ahora, los museos completan la experiencia infantil con actividades lúdicas y didácticas
Los cursos de verano, necesarios para integrar a los niños al arte
■ La Galería José María Velasco, los museos Mural Diego Rivera y Nacional de San Carlos, entre los recintos que ofrecen diversos programas enfocados a pequeños de entre 6 y 12 años
Ampliar la imagen Los recintos organizan actividades didácticas pero atractivas con el fin de que el público infantil goce el recorrido por las salas de exposición Foto: Mónica Mateos
Al igual que las visitas guiadas, los talleres y los cursos de verano que ofrecen los museos del Instituto Nacional de Bellas Artes y el Centro Nacional de las Artes (CNA) se han convertido en necesidad pedagógica para la comprensión de las exposiciones, ya que la temática de las actividades generalmente es sobre la obra expuesta, señalaron a La Jornada los titulares del programa de servicios educativos de los recintos.
Aseguraron que los talleres –dirigidos especialmente a niños de entre seis y 12 años de edad– cumplen un papel formativo al integrar a los pequeños al mundo del arte, con una propuesta educativa que combina la parte lúdica y didáctica.
Este verano, los espacios museísticos ofrecen interesantes propuestas que permiten a los niños acercarse a diferentes expresiones artísticas, al tiempo que estimulan la creatividad.
Con dinámicas atractivas, los recintos pretenden que el público joven e infantil viva la experiencia de visitar un museo y gozar del recorrido por las exposiciones, al descubrir cómo se crea una obra de arte.
El director de la Galería José María Velasco, Alfredo Matos, explicó que las actividades de verano fueron programadas desde el año pasado para obtener los recursos necesarios que concede la Coordinación Nacional de Artes Plásticas.
“El año pasado nos recomendaron revisar el currículum de los talleristas, así que ahora trabajamos con artistas que tienen experiencia en trabajo con niños y que cuentan con un proyecto especial para ellos.”
Matos subrayó que los programas de verano han sido muy exitosos en el barrio de Tepito, ya que en el norte de la ciudad la oferta cultural es escasa comparada con la del sur.
“Siempre tenemos lista de espera porque no podemos incluir a tantos niños; los grupos están conformados por 30 chicos, y 10 más esperan un lugar para la última semana del taller, debido a que algunos se van de vacaciones con su familia.”
Gabriela Torres, del Departamento de Servicios Educativos del Museo Mural Diego Rivera, explicó que los talleres “se enfocan a la obra Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central y algo relacionado a la exposición temporal del recinto, además de la visita guiada con historia sobre el parque e información de la finalidad del taller.
“Para transmitir el mensaje del mural a los niños –agregó Torres– tomamos un curso de cómo mantener un diálogo de acuerdo a la edad del pequeño y cómo interacturar con él. Mediante preguntas tratamos de involucrar a los niños en las actividades.”
Asimismo, resaltó que para el recinto es muy importante que el niño muestre interés por el arte y conozca parte de la historia del país mediante los personajes que incluyó Rivera en el mural.
Tere Hidalgo, jefa de Servicios Educativos del Museo de Arte Moderno, precisó que formar público infantil y juvenil es el objetivo de los talleres que ofrece el recinto.
Enfatizó que sus propuestas son totalmente lúdicas, y que al pertenecer a la educación no formal, los museos tienen un programa educativo para atender las necesidades de los niños.
En su opinión “es muy fácil involucrar al niño con el arte desde la infancia, porque son más espontáneos para decir lo que les gusta de una obra y lo que no les agrada. Los adultos nos preocupamos por tener la respuesta correcta, y con los niños no hay ese problema, porque son espontáneos”.
El goce del arte desde la infancia
Carmen Partida, encargada de Servicios Educativos del Museo Nacional de San Carlos, detalló que la temática del curso de verano en ese espacio es el barroco, para que los niños conozcan las cuestiones plásticas y las características de ese estilo.
“El curso se llama Asómbrate con la luz, y pone énfasis en el barroco, estilo que se destacó por hacer uso de claroscuros en la pintura. Los niños conocerán las obras de Caravaggio, Velázquez y Rubens.”
La coordinadora del taller de verano del museo El Carmen, Gabriela Buenrostro, explicó que la experiencia de que los niños vivan el museo les permite gozar del arte.
“A los pequeños de entre seis y 12 años de edad les gusta imaginar y crear historias; ellos sugieren nuevas actividades y dan la pauta para planear los talleres. Nos interesa que el museo sea un espacio vivo, que pierda la solemnidad que tienen los recintos de cultura, que los niños disfruten su visita y se lleven un pedazo del museo y regresen por otro.”
En el Centro Nacional de las Artes, los talleres infantiles de verano se realizan por conducto de Extensión Académica, y desde hace 10 años cuentan con un nuevo formato dirigido a niños de seis a 12 años de edad.
“Los talleres siempre están vinculados con temas referentes a las artes, y en ocasiones sirven para recordar el aniversario de un personaje, como fue el caso de Mozart o Cri-Cri”, explicó Carlos Santiago Fuentes, responsable de Extensión Académica del CNA.
Fuentes aclaró que los talleres no son de iniciación a las artes, sino que se trata de espacios de entretenimiento para que los pequeños disfruten sus vacaciones y conozcan las expresiones artísticas.
“El formato que hemos tenido en años recientes –agregó Fuentes– nos permite atender alrededor de 200 niños. Siempre se llena muy rápido el curso, pero tampoco queremos ampliarlo para mantener el nivel de atención de los niños.”