■ Cambia el esquema por un mecanismo de deslizamiento, como en las gasolinas
Elimina el gobierno coberturas para el precio del gas natural
■ Desde el 1º de agosto se aplicarán aumentos de 6.5% y más, hasta que se paguen 12.6 dólares, como el referente internacional
■ La decisión afecta a casi 10 millones de usuarios
Ampliar la imagen Vista de la planta de gas natural licuado de Sempra Energy Foto: Notimex
Apenas un año después de haberse establecido el sistema de coberturas para el precio del gas natural con el propósito de proteger a los consumidores de la volatilidad de precios, el gobierno federal decidió eliminar de manera unilateral el esquema y cambiarlo por un mecanismo de deslizamiento, similar al que opera en el caso de las gasolinas.
De esta forma, el primero de agosto se comenzarán a aplicar aumentos –primero mensuales y luego anuales– de 6.5 por ciento o más, hasta cubrir la brecha entre el precio protegido por coberturas de 7.5 dólares y los 12.6 dólares que cuesta el referencial internacional.
Tentativamente el nuevo esquema se anunciará hoy de manera oficial, a pesar de la oposición de industriales y distribuidores, estos últimos mayoritariamente extranjeros. Sólo en lo que va de 2008 el precio de referencia del combustible se elevó 93.5 por ciento, al pasar de 6.51 dólares el millón de BTU (siglas de unidades térmicas británicas, una unidad calorífica de referencia en el mundo), a 12.60 dólares, pero en México los consumidores, por las coberturas adquiridas en 2007, sólo pagan 7.50 dólares.
La medida, se quejó el presidente de la Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN), Agustín Humann, afectará a casi 10 millones de usuarios de ese tipo de combustible, quienes se verán discriminados frente al subsidio que se otorga a los consumidores del gas licuado de petróleo (LP).
En tanto, Alfredo Phillips Green, presidente de la comisión de Energía de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), advirtió que la eliminar las coberturas desatará una escalada de precios, porque el sector industrial será el más afectado por el alza tarifaria.
Los industriales, dijo, sólo estarían dispuestos a aceptar un precio de 8 dólares por millón de BTU, es decir, un aumento de sólo 6.5 por ciento. “Hace algunos años se impulsó por todos los medios que la industria reconvirtiera sus procesos al uso de gas natural; en las principales cuidades del país se instalaron amplias redes de distribución para el uso residencial de ese combustible por ser más barato, menos contaminante y peligroso. Ahora que ya no se puede dar marcha atrás es cuando pretenden elevarlo de precio”, dijo.
Estira y afloja
Desde hace por lo menos un mes, representantes de las secretarías de Energía y Economía, de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Petróleos Mexicanos (Pemex), distribuidores e industriales, iniciaron negociaciones para renovar el esquema de coberturas aplicado en 2007 y con miras que el precio del combustible continuara estable.
Sin embargo, las posiciones se mantuvieron polarizadas, e incluso alcanzaron lo que uno de los asistentes denomina “lucha fuerte” por evitar que el precio del gas natural en México se estableciera a partir del precio de referencia de ese combustible vigente en el sur de Texas.
El último encuentro, realizado el pasado martes, no se caracterizó por su tersura. Allí, se supo, los representantes de la CRE se concretaron a informar sobre el mecanismo que se aplicará en adelante, sin presentar mayores detalles.
La AMGN informó luego de la reunión que la CRE presentó una propuesta que “estaría por formalizarse” (al parecer este jueves) y en la que “no está claro aún si con ello se logrará evitar el impacto a los consumidores de este combustible. Tampoco tenemos la certeza de que se resolverá el problema estructural de largo plazo en los mecanismos para la fijación de los precios de los combustibles y su administración por decretos”.
El presidente del organismo, Agustín Humann, declaró su insistencia en mantener el esquema de coberturas financieras a precios de mercado, a pesar de no ser una solución a la discriminación y competencia desleal que existe para los consumidores del gas natural (residenciales e industriales) frente a los subsidios que se aplican a las gasolinas, diesel y gas LP, que en este último caso ronda el 50 por ciento.
Se calcula que el gas LP llega a más de 90 millones de mexicanos para uso doméstico, ya que ocho de cada 10 hogares utilizan este combustible. México ocupa el cuarto lugar mundial en el consumo de este gas y el primero en uso doméstico (el uso residencial representa 63.1 por ciento del consumo total; la industria utiliza 13.5 por ciento; 13.3 corresponde al sector del autotransporte; 8.3 a servicios, y 1.9 por ciento se consume en el sector agropecuario).
La demanda nacional de gas natural se cubre en 84 por ciento con producción nacional y en 16 por ciento con importación. Por ello, según Phillips Green, establecer un precio bajo no representaría un costo significativo para el país. Este combustible llega a 10 millones de usuarios, de los cuales 41 por ciento corresponden a la industria petrolera; 34 a la industria eléctrica; 23 por ciento a la industria, comercio y servicios y sólo 2 por ciento se utiliza en el segmento residencial.