■ Inauguraron la colectiva Mujeres artistas en el México de la modernidad
Llama experta a rescatar del “completo olvido” a pintoras y escultoras
■ Añoro el TGP porque allí sí se defendían causas sociales, dijo la grabadora Sarah Jiménez
Ampliar la imagen María Izquierdo figura entre las 27 mujeres artistas, cuya obra se puede visitar en el Museo Mural Diego Rivera
Ya es hora que se les reconozca a “todas esas otras mujeres”, expresó Dolores Mercado, curadora, con Carmen Gaitán, directora del Museo Mural Diego Rivera, donde fue inaugurada Mujeres artistas en el México de la modernidad: las contemporáneas de Frida, exposición que menciona algunos nombres tal vez desconocidos para el público.
Mujeres en muchos casos “muy cercanas a Frida Kahlo, como Isabel Villaseñor. Sólo hay que hacer más investigación”. Curadora del Museo Nacional de Arte Mexicano, en Chicago, de donde proviene la muestra, Mercado puntualizó: “Últimamente, ya hay investigadores que se han dedicado a rescatar algunas, pero son muchas más las que deberíamos de retomar y estudiar su obra”.
–¿Cómo quiénes?
–Las hermanas Greewood, por ejemplo, que llegaron de Estados Unidos e hicieron murales aquí.
–¿Cuál es el nivel en general de las 27 mujeres incluidas en la muestra?
–Andrea Gómez, por ejemplo, ganó premios de grabado. Lo mismo sucedió con Rosa Castillo, excelente escultora. Sin embargo, su hermano Fidencio es más reconocido.
–¿Por qué están olvidadas?
–Es muy fácil olvidar, destruir a una mujer, como escribió Elena Poniatowska en el texto para el catálogo. En su gran mayoría asistieron a las mismas escuelas, pertenecieron a los mismos movimientos sociales, no obstante, están mucho más olvidadas. Claro, Frida ha sido un fenómeno, en el mundo entero se le conoce.
Hace tres años, Mercado recibió “luz verde” para iniciar el presente proyecto. Se concentró en el grupo de mujeres que crearon en la época de Kahlo: “Algunas nacieron antes, otras después que Frida, pero hubo cierto momento en que coincidieron artísticamente: algunas de ellas ya muy reconocidas, otras en el completo olvido”.
Dedicación de toda la vida
–¿Cómo quiénes?
–Sarah Jiménez Vernis, Andrea Gómez, Elena Huerta... Es más, cuando se abrió la exposición en Chicago, no sabía qué había pasado con Sarah. Investigué, pregunté, con personas que habían trabajado con ella, que la conocían, pero nadie sabía qué le había pasado. Fue hasta hace alrededor de seis meses que recibí una llamada de una de las artistas para informarme que la acababa de ver. Al poco tiempo vine a visitarla.
“Fue una artista que se involucró en el Taller de Gráfica Popular (TGP), muy activa y excelente grabadora. Sin embargo, está completamente olvidada.”
De Sarah Jiménez Vernis (Piedras Negras, Coahuila, 1927) se exhiben el grabado en linóleo Hato chiclero de Quintana Roo y el óleo El sueño (años 60). Sentada frente a su obra, Sarah habló de su arribo al arte: “Estaba en la secundaria cuando me empezó a gustar, pero copiaba mucho de cosas ya hechas. Al llegar a La Esmeralda, donde empecé a estudiar en serio, me dijeron los maestros que no volviera a copiar, que hiciera algo que viera o sintiera. De allí en adelante no volví a copiar.
“Terminé la carrera de pintura y escultura, aunque hice sólo pintura y grabado. Después, entré al TGP de muy grata memoria para mí, porque eso se terminó por el 67, después de que murió Leopoldo Méndez. Me salí. Por allí dicen que sigue, pero no es el taller que respeto. Añoro el taller de ese tiempo, porque México necesita tener un grupo como hubo allí, porque ya no defienden las causas.”
–¿Se siente olvidada?
–No. Cuando se dedica uno a este arte es para toda la vida y no se siente uno ni solo ni olvidado. Hice mi obra con mucho entusiasmo para México.