■ Realizarán una lectura dramatizada de textos de la escritora francesa en la Casa Lamm
Invitan a volver los ojos a la profundidad y vigencia de la obra de Simone de Beauvoir
Con el título ¿De verdad cree que la muerte es muy dulce, madame de Beauvoir?, se realizará en la Casa Lamm una lectura dramatizada de textos de la escritora francesa Simone de Beauvoir.
La propuesta, con guión y voz de Emoé de la Parra, así como la investigación de Oralba Castillo Nájera, comenzará a las 19:30 horas en el recinto cultural de avenida Álvaro Obregón 99, colonia Roma, con entrada libre.
–¿De qué trata el espectáculo?
–Es un espectáculo –responde De la Parra– en el que rememoramos un texto bellísimo de Simone de Beauvoir, quien en Una muerte muy dulce relata los últimos días de su madre, con enorme delicadeza y penetración.
“Pensamos que al cumplirse cien años de su nacimiento, es importante dar a conocer toda su obra, también textos que no son muy conocidos pero absolutamente disfrutables como éste y más de su vida y personalidad literaria, que a veces han estado opacadas por la importancia de sus ideas políticas.”
La celebración, tercia Oralba, “es un pretexto para volver los ojos hacia De Beauvoir y descubrir que su obra tiene significación actual. Es emocionante que se rindan tantos homenajes a la escritora. Parecería que ya le han perdonado que dejara para su publicación postmortem una serie de escritos en los que revela abiertamente su bisexualidad, y las redes de complicidad que mantuvo con Jean Paul Sartre; acciones que, durante mucho tiempo, fueron etiquetadas como ‘perversiones’ y tachadas de amorales y repudiables”.
–En la actualidad esas actitudes no son condenables, como en esos años.
–En sentido estricto, expresa Oralba– nadie debe condenar a nadie y mucho menos someter a juicio a una mujer que ya murió y, por tanto, no puede defenderse. Sin embargo, cuando se publicaron Cartas de Sartre al Castor, Cartas de Simone a Sartre, el Diario de guerra (1939-1941) que cada uno escribió y la correspondencia de amor de Beauvoir con Nelson Algren, se desató un escándalo que dio por resultado un enorme silencio en torno de ambos.
“Se dijo que habían sido inmorales, manipuladores, perversos y quien sabe cuántas cosas más. Hoy, sin embargo, han aparecido libros como Sartre y Simone, de Hanzel Rowley, donde se da cuenta de su relación sin juzgarlos, sacando a la luz la parte lúdica y profunda de un amor que duró 52 años de plenitud y una enorme fecundidad creativa.
“También hay otros esfuerzos, como el realizado por el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir y la Casa Lamm, que dio lugar a una conferencia y un seminario sobre la obra y vida de la escritora.
“Tuve el honor de impartir dicho seminario que se cierra, justamente, con la lectura dramatizada que Emoé escribió y que este jueves presentaremos.”
Revaloración de dos escritores
–¿Se podría decir que, después de ese “silencio” se pusieron de moda?
–No, no creo –prosigue Oralba– que se trate de una “moda”. Más bien pienso que se están revalorando en su justa dimensión, como dos personajes extraordinarios, como escritores agudos e inteligentes que causaron gran impacto en casi todo el siglo XX. Ahora, siguiendo la moda, su vida y sus amoríos se están difundiendo por televisión, lo cual me parece pertinente, pues eso permite que las nuevas generaciones los conozcan y aunque mediante el escándalo o la banalidad, se interesen por su pensamiento y su rebeldía.
“Creo que en esta época cuando campea la indiferencia y el desencanto, el interés por cualquier proyecto crítico es bienvenido.”
–Entonces, ¿este espectáculo es un recordatorio de las tesis fundamentales de De Beauvoir?
–No, para nada. El texto –retoma De la Parra– en el que se basa el espectáculo es uno en los que menos presentes están las ideas feministas y políticas de Simone. Lo elegimos para mostrar su faceta literaria y humana. Creo que muchas veces su calidad artística se ha visto opacada por el escándalo, la exaltación de su vida o por la polémica sobre la actualidad o pertinencia de sus posiciones filosóficas y políticas.
“En Una muerte muy dulce hay, por supuesto, una crítica. Ella jamás eludió el análisis ni el compromiso moral. Así, aunque de manera oblicua, cuestiona el sistema médico y el tratamiento que suele darse, en general, a los moribundos. Sin embargo, señala aspectos de trascendencia como, por ejemplo, que le ‘resultaba inso-portable convivir con la lujosa arrogancia de un mundo en el que no hay lugar para la muerte’.
“Lo más relevante de ese pequeñísimo libro es la lucidez con que se atreve a afrontar el destino y el azorado respeto con que nos habla del sufrimiento humano; su perplejidad ante algo que compartimos todos por encima de cualquier signo político, inclinación moral, raza, país o época: la muerte y el absurdo de la misma. La impronta de esa pequeña gran obra es universal. A nosotras nos dejó un sabor que quisiéramos compartir con el público: dulce –como su título– y al mismo tiempo estrujante.”