■ A partir del martes 22, creaciones de grandes maestros en el Museo Nacional de Arte
Mostrarán 89 obras para responder qué debe prevalecer: el color o el dibujo
■ Un trabajo en forma de “drapeado”, de Leonardo Da Vinci, figura en ese importante acervo
Ampliar la imagen Andrómeda liberada por Perseo, cuadro de gran formato de Paolo Caliari, El Veronés, que por primera vez sale de Francia para formar parte de la exposición que se abrirá en el Museo Nacional de Arte Foto: Cortesía del Munal
Un dibujo de Leonardo da Vinci, en forma de un “drapeado”, un monumental cuadro de Paolo Caliari, El Veronés, titulado Andrómeda liberada por Perseo, que nunca había salido de Francia, al igual que un anónimo francés de la Escuela de Fontainebleau, forman parte de las 89 obras de los siglos XVI al XX que integran La carne y el color, exposición organizada por los museos de Bellas Artes de Rennes y el Nacional de Arte (Munal), que el próximo martes 22 será inaugurada en el recinto de Tacuba 8, Centro Histórico.
El óleo El suicidio de Porcia, de Pierre Mignard, abre esta muestra concebida en torno a la vieja pregunta de, ¿qué es lo que debe de preponderar en la pintura: el dibujo o el color?
Para ilustrarla se han incluido también obras de Luca Giordano, Gian Francesco Barbieri El Guercino, Phillipe de Champaigne, Pablo Picasso, Chardin, Corot, Paul Gauguin, Emile Bernard, Maurice Denis, Julio González, Frantisek Kupka, Odilon Redon, Robert Delauney, Nicolas de Staël e Yves Tanguy, entre muchos otros, así como una amplia gama de artistas mexicanos.
El nacimiento de la pintura
Se ha dicho que el color satisface a los ojos y el dibujo al espíritu, expresó Miguel Fernández Félix, director del Munal. También que el dibujo es el sexo masculino del arte, y el color el sexo femenino, de cuya unión necesaria se procrea la pintura.
En la Europa del siglo XVIII, no obstante que se dieron algunos ejes en los que se apuntaba hacia la posibilidad de las formas y los colores por igual, al paso del XX, la figura humana y su entorno tuvieron un tratamiento donde el color tomaba un papel protagónico, apuntó Natalia Ferreira, quien coordinó el concepto curatorial de la muestra.
Agregó que la exhibición tiene tres apartados principales: El color de la carne, siglos XVI-XVIII, La carne de los colores, siglos XIX y XX, y El color de la carne sobre papel, integrados por la obra procedente del Museo de Bellas Artes de Rennes. Éstos “dialogan” con El color de la carne en la pintura novohispana y La carne de los colores en la pintura mexicana de finales del siglo XIX y la primera mitad del XX, con obra del Munal.
El color de la carne sobre papel comprende 20 dibujos, entre ellos el de Leonardo Da Vinci, pero también hay de Giorgio Vasari, Bartolommeo Bandinelli, Andrea Sacchi y Federico Zuccaro, entre otros.
François Coulon, curador del museo francés, explicó que ese recinto, uno de los más viejos de Europa, fue creado en 1792 con los embargos revolucionarios sobre los bienes de artistócratas. Así fue como el gabinete de curiosidades del marqués de Robien, con su destacada colección de dibujos italianos, sirvió de base para el futuro acervo.
De hecho, la colección de dibujos del museo de Rennes constituye la segunda más relevante de Francia, sólo después de la del Louvre, de París.
Encuentros franco-mexicanos
Marc Sagaert, agregado cultural de Francia en México, anotó que la exposición La carne y el color nació de los encuentros culturales franco-mexicanos organizados en octubre de 2007.
En esas reuniones participaron directores de fundaciones, titulares de centros de arte y responsables de museos pertenecientes a ambos países, así como funcionarios del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Eso se hizo ante la perspectiva de los festejos de 2010 por el bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, así como otras efemérides en América Latina, en 2011.