■ Decreta la entrega de tierras ociosas en usufructo, sin afectar el régimen de propiedad
Abre las puertas el presidente Raúl Castro a una mayor producción agrícola en Cuba
La Habana, 18 de julio. El presidente Raúl Castro abrió las puertas a una mayor producción agrícola, al decretar un sistema de entrega de tierras en usufructo, que entre otras consecuencias permitirá la partición laboral de las antiguas empresas estatales, creadas después de la reforma agraria de hace casi cinco décadas, sin afectar el régimen de propiedad.
Un decreto ley difundido el viernes anterior indicó que serán objeto de entrega en usufructo las tierras ociosas de las empresas y granjas estatales, de las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), las destinadas al autoabastecimiento de entidades públicas y las de cooperativas de pequeños propietarios.
La decisión modifica por primera vez la forma de explotación de las empresas agrícolas del Estado, que surgieron cuando la reforma agraria de 1959 liquidó los latifundios, que hasta ahora permanecían intocables.
También cambia la organización laboral de las UBPC, creadas en 1993 con empleados de granjas estatales, que dejaron de ser asalariados y siguieron trabajando la tierra de propiedad pública, pero convertidos en cooperativistas.
Aunque el decreto ley tiene límites en extensión y tiempo para el usufructo, inyecta un nuevo ingrediente a la política agraria, al reconocer la necesidad de modificar la forma de explotación de las más antiguas estructuras del campo, cuyos rendimientos estaban a la baja; emplear criterios productivos para la reorganización y corregir la experiencia de las UBPC, también de pobres resultados.
En esencia, y salvo las obligadas excepciones de las áreas legalmente protegidas, la nueva política permite que cualquier tierra agrícola que esté improductiva se le pueda adjudicar a los individuos, cooperativas o empresas que puedan explotarla.
Los particulares sin tierra sólo podrán recibir en usufructo 13.42 hectáreas, y los que ya tengan una propiedad sólo podrán acumular hasta un máximo de 40.26 hectáreas. El decreto ley no precisa variantes en la calidad y otros recursos del terreno.
Las asignaciones individuales serán por el término de 10 años renovables y para las empresas o cooperativas por 25 años, con un periodo adicional.
Según el reporte de 2007 de la Oficina Nacional de Estadísticas, del total de extensión agrícola en el país sólo se aprovecha 45 por ciento y la mitad de la tierra ociosa es de propiedad estatal.
Entre los campesinos individuales y los agrupados en cooperativas, con propiedad común o privada, tienen cerca de un tercio de la tierra cultivable en el país, pero generan la mayor parte de los alimentos que produce el campo cubano, según la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños.
El giro en la política agraria es una herramienta para enfrentar la presión de la creciente factura de alimentos que Cuba se ve obligada a importar, en vista de su baja producción local.
Castro también difundió hoy otro decreto ley, por el cual se permitirá que los profesores jubilados puedan volver a su puesto de trabajo, recibiendo en forma excepcional su pensión ordinaria, además del salario regular.
Esta decisión es también para paliar la escasez de profesores en los niveles educacionales básico y medio y una vía para compensar la acelerada separación de profesionales de ese sector en el régimen jubilatorio de la actualidad (60 años para los hombres, 55 para las mujeres), en una población de acelerado envejecimiento.
La jubilación se retrasará cinco años, según un proyecto de ley que será discutido en los sindicatos durante los próximos meses.