■ Inauguran la exposición Parafernalia e Independencia
Recorrido por 100 años de historia con un Porfirio Díaz omnipresente
La efigie de Porfirio Díaz desbordó prácticamente al México de principios del siglo XX con motivo de la conmemoración por el centenario de la Independencia, desde los preparativos hasta los festejos.
Cuanto objeto de uso cotidiano uno imagine, allí estaba presente su rostro, la totalidad de su figura o su nombre: vasos, carteles, vajillas, fotografías, medallas y monedas conmemorativas, fistoles, ceniceros, cajas.
A criterio de cada quien queda determinar si ese hecho da cuenta de la popularidad del gobernante en aquellos años.
Hay quienes piensan que podría deberse a una imposición proveniente del propio tuxtepecano o de su círculo de allegados en el poder.
Pero un resquicio de duda queda abierto cuando uno se entera que gran parte de esos afiches y utensilios estaban sujetos a la venta pública y que lo mismo eran adquiridos por personas de alcurnia que por las clases populares.
¿Héroe o tirano? Situar históricamente a Díaz representa un aspecto complejo, tema que a la fecha es motivo de encendidos debates en el ámbito académico y cientos sino es que miles de páginas escritas.
Y aunque revindicar o satanizar la figura de don Porfirio no es la materia de la exposición Parafernalia e Independencia, que a partir de hoy podrá visitarse en el Museo de Arte Popular, este gobernante es sin duda el gran protagonista de la misma.
La exposición comprende muchos objetos con la figura de Díaz: vasos, monedas y medallas conmemorativas, carteles y postales con su efigie hasta fotografías, documentos personales y una grabación con su voz.
¿Héroe o tirano?
De acuerdo con el museógrafo de la muestra, Xavier Guzmán, ésta dista mucho de tratar de reivindicar o satanizar al régimen de aquella época ni a sus principales personajes.
Se trata de un viaje de cien años atrás en el tiempo, explica: “Hablamos de la vida cotidiana, de cómo fueron los festejos oficiales en la calle, las plazas, en las casas elegantes, en las cantinas, la milicia.
“No es nuestra pretensión definir, de modo rígido, una serie de cuestiones que dilucida la historia; por ejemplo, si Iturbide es héroe por consumar la Independencia o un villano por tratar de hacer de México un Imperio; o ponerle la etiqueta a Díaz de héroe o tirano, aspecto que aún se debate. Fue un hombre de carne y hueso que cometió errores y tuvo muchos aciertos”.