■ El fallo, “recurso político para impedir que se reconozca la mayoría que legítimamente obtuve”
Al anular la elección, el PRD “se está dando un balazo en el pie”: Ortega
■ Sostiene que él “no va a mandar al diablo a las instituciones” y no descarta acudir al TEPJF
Ampliar la imagen Conferencia de prensa de Jesús Ortega Martínez. Lo acompaña Jesús Zambrano Foto: Marco Peláez
“Molesto” con el resolutivo de la Comisión Nacional de Garantías (CNG) que anuló las elecciones del 16 de marzo pasado para dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Ortega aseguró que el fallo constituye un “recurso político con el propósito de impedir el que se reconozca la mayoría que legítimamente obtuve”. Con la nulidad, aseguró, el partido “se está dando un balazo en el pie”.
Ayer, en conferencia de prensa, afirmó que el fallo de los comisionados se derivó de la “imposibilidad legal de imponer a Alejandro Encinas”, y aseguró que en el acuerdo de nulidad prevaleció un intento por “imponer un veto a mi persona”.
Agregó que “no hay elementos jurídicos y legales para sostener la nulidad de la elección. No existen razones para sustentar que estuvo plagada de irregularidades y de actos dolosos que hubiesen justificado la nulidad”, dijo en una conferencia de prensa donde además aseguró que si hubo fallas técnicas, éstas son responsabilidad del Comité Técnico Electoral (CTE).
Según Ortega, lo que debió hacer la CNG es “reconocer el resultado del cómputo y con ello avalar la actitud responsable y madura de más de un millón de militantes.
Ortega Martínez dijo que esperaría a ser notificado oficialmente de la resolución, emitida la noche del domingo por la comisión, para analizar su contenido y determinar si acude o no al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Condicionó el no recurrir a esa instancia a que el resolutivo de los tres consejeros esté “apegado a la legalidad”. Si no, advirtió, ejercerá su derecho de presentar una queja ante el tribunal: “Yo no voy a mandar al diablo a las instituciones del partido. Voy a conocer la resolución al detalle y si considero que se apegaron a la legalidad, el asunto para mí ahí termina. Pero si no, recurriré a una instancia que hemos contribuido a construir”.
Sostuvo que fue Encinas, el candidato del bloque Izquierda Unida, quien acuñó durante la campaña el término “cochinero”, con el cual –expuso– creó un escenario “con el propósito evidente de descalificar la elección y el probable triunfo” de la planilla de Nueva Izquierda.
“Sus acompañantes en la campaña (de Encinas), Dolores Padierna Luna, (Juan Manuel) Ávila, Gerardo Fernández Noroña, siempre actuaron como corifeos de una estrategia política orientada a descalificar el proceso”, afirmó.
Ortega Martínez aseguró que no está dispuesto a negociar la integración de los órganos estatutarios de dirección partidaria. Y precisó: “No voy a aceptar negociaciones al margen de la legalidad, ni insinuaciones de ‘ya arreglemos esto’ y que nos distribuyamos mita y mita al consejo y al congreso nacional y (ver) cómo nos arreglamos para las diputaciones”, expresó.
Cuestionó el que el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador “no asumiera la actitud de dirigente de todo el partido, y no el de una fracción, porque eso, creo, afectó política y legalmente, como ya vimos, a la elección”.
Aseguró que en el proceso perredista se confrontaron dos visiones de partido: una en la que se intentó “homogeneizar el pensamiento del PRD, que pretende la verdad única y que ésta se imponga como credo, y que es autoritaria”, y otra “que intentamos plural, democrática, como es el ADN partidario, como es la genética partidaria”. En ese sentido, dijo que no cejará en el objetivo de que el Partido de la Revolución Democrática “preserve su condición democrática. Aquellos que esperan que nos desesperemos, que yo particularmente pierda la paciencia, que pierda la sapiensa (sic), les recomiendo que ellos pierdan toda esperanza: nos vamos a mantener luchando para hacer del PRD un partido consecuente con sus objetivos”.