■ Abrirán en México un laboratorio para detectar la situación genética de cada paciente
Medicina genómica permitirá “ajustar” el contenido de fármacos y elevar su eficacia
■ Anticipa el director del Inmegen que se reducirán las complicaciones y los costos para enfermos
Ampliar la imagen Gerardo Jiménez, director del Inmegen, explica que actualmente el 10 por ciento de los pacientes sufre de complicaciones al prescribirle un tratamiento, lo que se evitará con la medicina genómica Foto: Carlos Ramos
La era de las prescripciones médicas uniformes para todos los enfermos está a punto de terminar. Con la medicina genómica ya es posible ajustar las fórmulas para mejorar su eficacia terapéutica con base en la situación genética de cada paciente. Es el caso de los anticoagulantes para prevenir infartos o complicaciones de las várices, así como los beta-bloqueadores para controlar la insuficiencia cardiaca.
En la que ya se plantea como una nueva etapa de la medicina, que empieza apenas en algunos países desarrollados, también participa México a través del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), que a finales de año abrirá las puertas de su primer laboratorio de servicios al público para ofrecer pruebas clínicas de detección de variaciones genómicas que modifican el comportamiento de dos fármacos en el organismo.
Gerardo Jiménez Sánchez, director del Inmegen, explicó que a las personas que han sufrido un infarto al miocardio, tienen várices, usan catéter por tratamientos de quimioterapia o alguna válvula cardiaca se les receta un anticoagulante, generalmente warfarina, para evitar complicaciones en su salud. Sin embargo, en 10 por ciento de los casos el tratamiento no es efectivo y las personas pueden sufrir hemorragias, infartos al miocardio o accidentes cerebro-vasculares.
Pudiera ser un riesgo como cualquier otro que se presenta en los procedimientos clínicos; la diferencia es que en este caso se puede prevenir con la sola detección, en cada individuo, de la presencia de los genes CYP209 y VKOR.
Este par de genes determina qué tan rápido o lento será el mecanismo de acción de la warfarina en el organismo. Si el efecto de la dosis prescrita por el médico pasa muy rápido, el paciente no tendrá la protección que requiere para evitar el riesgo de una trombosis y, por tanto, de un infarto cardiaco o cerebro-vascular.
En cambio, si a causa de estos genes la actividad del fármaco es lenta, habrá en el torrente sanguíneo un exceso de anticoagulante y, en consecuencia, el riesgo de hemorragias en el sistema nervioso central, indicó el experto.
Una investigación publicada recientemente en The New England Journal of Medicine encontró 10 variaciones de una sola letra (snips) en los dos genes, cualquiera de las cuales influye en el funcionamiento del anticoagulante. Del análisis de los datos obtenidos resulta que en uno de cada 10 pacientes a quienes se supone se dio la dosis correcta de la medicina se encontró en un alto nivel de riesgo de presentar alguna complicación.
La prueba para detectar los dos genes y los 10 snips ya fue autorizada por la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, para que se realice de manera rutinaria en las personas que vayan a ser sometidas a un tratamiento con warfarina.
Incluso, comentó Jiménez Sánchez, el organismo sanitario ordenó que en la etiqueta del medicamento se informe a los usuarios sobre los snips que se deben medir antes de iniciar la terapia.
Otro de los servicios que estarán disponibles en el laboratorio del Inmegen es la medición de otra variación genética, cuya presencia también determina la eficacia terapéutica de un beta-bloqueador (cardevilol) en el control de la insuficiencia cardiaca.
Cuando estas pruebas se empiecen a realizar, lo que va a pasar, adelantó Jiménez Sánchez, es que casi seguramente los pacientes no presentarán efectos adversos por el uso de estos dos medicamentos, ambos de primera elección para cada una de las enfermedades, mientras que el sistema nacional de salud se beneficiará con la reducción de complicaciones y costos.
Más adelante, el Inmegen incorporará otros servicios, como la detección de los genes involucrados en la respuesta a los antidepresivos. En ocasiones, señaló el especialista, los siquiatras recetan el fármaco sin que éste surta el efecto deseado y también se debe a la presencia de ciertos snips, que aún están en estudio.
Jiménez Sánchez informó que el laboratorio del Inmegen abrirá sus puertas entre diciembre y los primeros meses de 2009, donde también se ofrecerán pruebas de paternidad (ADN) con calidad certificada por organismos estadunidenses. Significa que las pruebas serán válidas en procesos judiciales.
Lo más importante de todo, señaló el director del Inmegen, es que éstos y otros servicios que vendrán en el futuro estarán al alcance de todos los mexicanos, sea por su bajo costo para las personas de pocos ingresos económicos o a través de los convenios que suscribirá el instituto con los organismos de seguridad social y el resto de instituciones que integran el sistema nacional de salud.