A 40 años
■ La represión fue catalizador del movimiento estudiantil
El 68, del pleito callejero a la lucha por las libertades democráticas
Ampliar la imagen Con imágenes de los fotógrafos Casasola y Quiroz, Excélsior dio amplia cobertura a los enfentamientos en la Ciudadela
Ampliar la imagen El conservador rotativo dio cuenta así de las jornadas de protesta que se efectuaron el 24 de julio
Hoy hace 40 años un enfrentamiento entre grupos de estudiantes de bachillerato, infiltrados por pandilleros y provocadores con nexos políticos, seguido de una violenta represión policial, fue el detonante del mayor movimiento estudiantil en la historia de México.
Los sucesos de los días 22 y 23 de julio de 1968 convirtieron las consecuencias de un pleito callejero entre estudiantes en demandas democráticas, entre ellas diálogo público, libertad para los presos políticos, desaparición del cuerpo de granaderos, destitución de jefes policiacos, derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal Federal, relacionados con el delito de disolución social, e indemnización a familiares de muertos y heridos.
El 22 de julio, alumnos de las vocacionales 2 y 5 del Instituto Politécnico Nacional (IPN) apedrearon la preparatoria Isaac Ochoterena, incorporada a la Universidad Nacional Autónoma de México. Reportes de la Secretaría de Gobernación de aquella época refieren que más de 30 vidrios de la fachada quedaron destrozados, al igual que varios vehículos.
Luego de lapidar la fachada de la preparatoria privada, los alumnos de las vocacionales regresaron a sus escuelas.
Hechos como éstos ya habían ocurrido meses antes, propiciados por el antagonismo entre estudiantes, y se habían desarrollado ante la pasividad de la policía, refieren documentos del Archivo General de la Nación, de los cuales tiene copia La Jornada.
Al día siguiente volvieron a enfrentarse los estudiantes de la preparatoria Isaac Ochoterena y de las vocacionales 2 y 5, pero esta vez se infiltraron grupos de pandilleros y los azuzaron para que luego, con palos y piedras, encararan a 200 granaderos en distintos puntos de las colonias Juárez y Centro, en la delegación Cuauhtémoc. La violencia duró más de tres horas.
Además de la participación de pandilleros, versiones periodísticas de la época refieren que a la Ciudadela “llegaron camiones de la línea San Ángel Inn a la calle de Tolsá, con algunos individuos uniformados con el beige que usan los alumnos de secundaria, los cuales lapidaron la escuela vocacional número 2, que estaba en plenas labores docentes”. De este grupo de vándalos ya no se supo más.
Para entonces, el coronel Manuel Díaz Escobar –quien años más tarde alcanzaría notoriedad al ser denunciado como el jefe de los halcones, grupo que el 10 de junio de 1971 reprimió otra manifestación estudiantil– ya se desempeñaba como subdirector de Servicios Generales en el Departamento del Distrito Federal (DDF), y según las tarjetas DFS 26-02-68 L 54 H 316-318 y DFS 26-02-68 L 54 H 316-318, este militar tenía a su cargo grupos de provocadores.
Documentos elaborados por la Procuraduría General de la República (PGR) señalan que, además de las pandillas Los Araños y Los Ciudadelos, los porros Alfonso Torres Saavedra, El Johnny, y Sergio Romero, El Fish, azuzaron la gresca entre los estudiantes y después el enfrentamiento con los granaderos, el cual se extendió de la Plaza de la Ciudadela a las calles de Bucareli, Versalles, Tres Guerras, Abraham González y Lucerna.
Informes obtenidos de la PGR mediante una solicitud de información pública, que tienen soporte en la ficha DFS 26-02-68 L54 H316-318, indican que desde 1967 la función de El Fish “era mantener un sistema de información sobre lo que acontecía en los medios universitarios. Más tarde comenzó a trabajar como secretario particular del Sr. Alberto Lanz, jefe de la Oficina de Prensa y Publicidad del Departamento del Distrito Federal, aunque en realidad dependía del teniente coronel Manuel Díaz Escobar, subdirector de Servicios Generales”.
En ese contexto, reportes de los agentes identificados con las iniciales FHO, JHT, IFS, JAJC y RLS, de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales, dan cuenta del seguimiento oficial del conflicto, documentos que se citan textualmente a continuación.
“10:15 horas: Alumnos de la preparatoria particular maestro Isaac Ochotorena, ayudados por alumnos de la Preparatoria número 4 de la Universidad fueron a apedrear la Vocacional número 2 del Instituto Politécnico Nacional. Hasta el momento no se han registrado actos sangrientos.
“10:20: En este momento está llegando un cuerpo de granaderos y les quitan palos y piedras a los alumnos, y ya se están retirando los de la Preparatoria número 4.
“10:25: Alumnos de la escuela Isaac Ochoterena llegaron hasta la escuela Vocacional 2, lapidando el edificio y 30 cristales, retirándose ante la salida de los estudiantes de dicho plantel y refugiándose en el local de la escuela incorporada antes mencionada.
“10:40 horas: Los profesores del plantel intervinieron para hacer volver a los alumnos al interior del edificio escolar.”
Un segundo informe, obtenido del archivo documental de la PGR, elaborado el 23 de julio de 1968 por los mismos agentes, refiere:
“10:15 horas: En las calles de General Prim y Bucareli, un grupo de estudiantes de la Vocacional número 2 se apedrearon con granaderos y éstos les dispararon tres granadas de gases.
“10:16 horas: Los granaderos tratan de dispersar a los estudiantes de la Vocacional número 2 con gases lacrimógenos, después de haber tenido el encuentro con los estudiantes.
“11:45: En las calles de Abraham González y Lucerna se apedrearon granaderos y estudiantes, y en la esquina de General Prim y Bucareli a tres agentes de la Dirección Federal de Seguridad los estudiantes les quitaron los rollos de las cámaras fotográficas que éstos portaban. En estos momentos están poniendo una barricada en las calles de Lucerna y Bucareli, para impedir el paso a los granaderos.
“Los granaderos rescataron de un grupo de la Vocacional número 2 a un estudiante de la Preparatoria número 9. Hasta el momento siguen de un lado para otro en la periferia”, señalaba el informe.
El libro blanco de la PGR
La versión oficial de lo acontecido, que aparece en el libro blanco del 68, de la PGR, es que la policía no agredió a estudiantes y que “la directora de la escuela preparatoria (Isaac Ochoterena) solicitó que interviniera la policía, y al presentarse en el lugar un compañía del cuerpo de granaderos, éstos fueron fieramente agredidos a pedradas por alumnos”.
Sin embargo, notas periodísticas de esa fecha mencionan que los directores de las vocacionales 2 y 5, Alberto Covarrubias y Enrique Palomeque, respectivamente, así como César Palafox, subdirector de la preparatoria Isaac Ochoterena, solicitaron a los policías que cesaran la represión (El Universal, 24/6/68).
Pero las peticiones de los directivos de detener los golpes y toletazos contra los estudiantes no fueron escuchadas. Aun más, los 200 granaderos fueron reforzados por miembros del 19 batallón de esa agrupación, bajo el mando del capitán Manuel Robles, y 25 hombres del área de servicios especiales, encabezada por el mayor Celso Piña Zúñiga. Se ordenó lanzar bombas de gas lacrimógeno contra las escuelas.
Posteriormente, las escuelas vocacionales fueron invadidas por los policías que, una vez dentro, golpearon a estudiantes, profesores y empleados.
Tres días más tarde, el 26 de julio, tendrían lugar dos movilizaciones, una de ellas en protesta por el allanamiento policiaco a las escuelas del IPN y otra para conmemorar el 15 aniversario de la Revolución Cubana. Nuevamente los granaderos realizaron una desmedida represión, cuyas consecuencias serían el origen del movimiento estudiantil de 1968.
(Siguiente entrega, el próximo 26 de julio)