■ SCT busca promover la competencia para bajar precios
ASA ya no monopolizará la distribución de turbosina
■ El gobierno federal está preocupado por la crisis de aerolíneas
Ampliar la imagen El secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, informó que ya se adjudicó la construcción y operación del último tramo de la carretera Durango-Mazatlán a las empresas Omega Corp, Tradeco Industrial y la española FCC Construcción-La Peninsular. Lo acompaña el subsecretario de Infraestructura, Óscar de Buen Foto: Notimex
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) pondrá fin al monopolio de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) en la distribución de turbosina, a fin de atemperar la crisis por la que atraviesa la aviación nacional a causa de los altos precios de los combustibles, que han obligado a reducir al menos 44 vuelos entre diversas ciudades del país.
El titular de la dependencia, Luis Téllez Kuenzler, adelantó la intención del gobierno federal de establecer un mecanismo que promueva la competencia en la proveeduría de turbosina en los aeropuertos del país.
Manifestó que el gobierno federal “se encuentra preocupado” por la situación de la industria aérea mexicana, aunque volvió a rechazar que la problemática pueda orillar a establecer subsidios u otros mecanismos de reducción de precios o tarifas de servicios públicos. “A pesar de su importancia en la logística y el turismo nacional, el transporte aéreo sólo es utilizado por 5 por ciento de los mexicanos y por tanto no puede haber un apoyo de la población en general para ese grupo”, justificó el funcionario.
No obstante, dijo que se adoptarán acciones para facilitar que las aerolíneas mexicanas enfrenten la crisis de la mejor manera. “Vamos a presentar una propuesta, estamos casi listos, pero quiero comentar que ASA no es el problema, porque inclusive esta empresa cobra sólo sus costos marginales de operación”, precisó.
En particular se refirió a la entrada de nuevos jugadores en el mercado de combustibles, aunque sólo en la distribución, ya que por ley corresponde a Petróleos Mexicanos (Pemex) la elaboración e importación de la turbosina, mientras el precio es fijado por Hacienda. Entonces, agregó, las únicas variaciones de precio serían en función de la eficiencia y ahorro en costos operativos de distribución.
Comentó que la propuesta de la SCT consideraría que empresas privadas pudieran competir por llevar la turbosina desde las refinerías de Pemex hasta los puntos de despacho en los aeropuertos.
El precio de la turbosina se ha incrementado básicamente por el aumento del precio del petróleo, aunque también los márgenes de refinación se han ampliado, es decir, las refinerías están cobrando más por hacer turbosina. Esto ha implicado que el costo de volar sea mayor y, con ello, la demanda se ha reducido. Como resultado, “la única forma en que las aerolíneas pueden subsistir es reduciendo sus costos fijos y de operación”, indicó Téllez.
Por el lado de la autoridad, añadió, se hace “todo lo posible” para que en México las aerolíneas “enfrenten un campo de juego nivelado, que no haya favoritismos. Esto no implica que se esté dando algún subsidio; no se está permitiendo que ninguna aerolínea pague menos de lo que debe por los servicios que presta el gobierno y estamos haciendo lo posible porque no se interrumpan vuelos.