Ciudad Perdida
■ Artilugios contra la consulta de la facción azul
■ Usan al propio PRD para denostar
Para quienes tratan de descalificar la participación ciudadana en los asuntos de mayor trascendencia para su futuro en la ciudad, y en todo el país, uno de sus puntos de ataque se centra en la participación del PRD en la consulta que se celebrará el domingo 27 de julio, y de cierta manera tienen razón. Después del chuchinero, ¿quién podría confiar a esas manos la realización de un ejercicio de sufragio popular de tanta importancia?
Por eso, la participación de ese partido es totalmente marginal. Los perredistas sólo son promotores de la consulta, ni son parte de la estructura, y menos aún estarán a cargo de conteo de los votos, así que todos los que quieran participar pueden estar tranquilos, no habrá mano amarilla en el ejercicio, por más que se le quiera descalificar encajándolo, mañosamente, en tareas para las que no fue convocado.
Esto quiere decir que cualquier ciudadano que pretenda expresar su voluntad, sea del partido que sea, profese la religión que le parezca, se halle en la opulencia o en la miseria, habite en los lujosos condominios de Santa Fe o en cualquier barrio de la ciudad, puede ir a cualquiera de las 6 mil urnas que se instalarán por todas partes en la ciudad para hacer saber su decisión sobre el futuro petrolero de México.
La única condición para ejercer el voto es estar consciente de lo que se va a sufragar, porque no se trata de averiguar, en esta ocasión, quién es el candidato que ofrece más, ni cuál de ellos fotografía mejor en la televisión ni tampoco si su club de fans lo apoya con millones y millones de pesos, y lo peor para los opositores: no será posible robarse el resultado, cuando menos en el Distrito Federal.
Y es que ante la cercanía del evento, los opositores histéricos pierden la calma, enloquecen porque sus mediciones les aseguran que el NO será la respuesta, y que la contrainformación elevada a rango de mensajes en los medios de mercado no ha podido permear ni siquiera en la idea de sus propios correligionarios que irán a hacer uso del voto, además, porque saben que es secreto.
En Acción Nacional los azules están a punto de pedir a Fox que les recete algo de lo que toma para llegar a la tranquilidad, aunque la ecuanimidad la hayan perdido. Baste saber que la diputada Kenia López protagonizo ayer en escándalo durante una conferencia de prensa que ofrecía la lideresa perredista en la ciudad, Alejandra Barrales.
El asunto es que la diputada hizo su aparición en la cita con la prensa para acusar a la Barrales de haber roto los compromisos que entre los dos partidos, PAN y PRD, se habían comprometido a respetar para poder dialogar sobre el asunto petrolero.
Aunque el pacto parecía del todo inconveniente para los amarillos, se acordó ir al debate. Para empezar, los azules, por medio de la parienta de Felipe Calderón impuesta en la dirección panista del Distrito Federal, Mariana Gómez del Campo, condicionó el encuentro a la discusión durante el mismo debate de la situación de la seguridad y los derechos humanos en la ciudad, y el PRD aceptó. Después, la fecha para realizar tal evento la cambiaron de martes a miércoles, y de miércoles a jueves. El PRD volvió a decir que sí. Luego impusieron que se efectuara en el Museo de Economía, y la respuesta volvió a ser afirmativa.
Ya no quedaban muchas piedras para poner en el camino, así que entonces los azules dijeron que aceptaría sólo si el debate se efectuaba en las instalaciones del Canal 11 de televisión, y fue allí donde el PRD se negó, aunque no hubo razones de peso para hacerlo. Para los amarillos el encuentro tendría que ser abierto a todos los medios, y entonces los azules aprovecharon para decir que el PRD había roto los acuerdos. ¡Qué desvergüenza!
De pasadita
Por cierto, los vecinos de la delegación Coyoacán nos hacen saber que el diputado local Mauricio Toledo ha hecho aparecer en buena parte de la demarcación una serie de mantas que, cuando menos, confunden a la gente sobre el voto. Y es que mientras los azules dicen en mantas y bardas que “sí a la modernización de Pemex” –lo que significa aprobar la venta del petróleo de México a trasnacionales, principalmente–, el diputado perredista alerta también en mantas que no se debe privatizar Pemex, pero enseguida escribe un rotundo “sí a la modernización”. La gente se pregunta: “¿los diputados de PAN y PRD son cómplices?, ¿ambos están contra la propuesta de AMLO?” Caras vemos, caras vemos...