■ Las autoridades no lo deportaron, pese a cometer tres homicidios
Un pandillero pone en riesgo plan de identificación de migrantes en EU
San Diego, 22 de julio. Un pandillero de la Mara Salvatrucha, quien cometió un triple homicidio hace un mes, puso en riesgo el programa Santuario, en San Francisco, California, que este año se iba a convertir en el primero en dar identificaciones a indocumentados.
El proyecto, del alcalde Gavin Newsom, enfrenta severas críticas por haber permitido que el acusado permaneciera inmune a las deportaciones, pese a tener antecedentes penales.
El comentarista y dirigente político local Arthur Bruzzone cuestionó “la política de San Francisco de blindar a indocumentados delincuentes”, porque el ayuntamiento invierte cerca de 2 millones y medio de dólares al año en trámites para evitar deportaciones de esos migrantes.
Bruzzone instó a llevar a referendo el programa, que a partir de este año iba a ser el primero en proporcionar identificaciones municipales a los migrantes para incluirlos en la vida administrativa de la ciudad.
Un editorial del diario San Francisco Chronicle criticó: “el pandillero pudo ser deportado por actos delictivos, pero ni autoridades locales ni federales lo enviaron a El Salvador”.
El pasado 22 de junio el salvadoreño Edwin Ramos, de 21 años, asesinó a un padre de familia, Tony Bologna, y a sus dos hijos de 10 y 16 años, Michael y Mathew.
La policía informó que los Bologna bloquearon involuntariamente el paso del vehículo que conducía Ramos, y que al poner reversa para ceder el paso el salvadoreño disparó contra los tres.
Aunque la policía y el alguacil del condado de San Francisco identificaron a Ramos como miembro de la Mara Salvatrucha o MS13, el detenido, sin derecho a fianza, cometió el triple asesinato como acto personal, no en actividad de pandillas.
En su editorial, titulado “Negligencia letal”, el Chronicle advirtió que los oponentes a la ordenanza del ayuntamiento, que convirtió a San Francisco en “santuario de los migrantes”, tratarían de usar el caso para desacreditar el programa.
Bruzzone expresó que en California hay diversas ciudades declaradas santuarios, como Los Ángeles y San Francisco, pero ninguna protege a indocumentados que son delincuentes.