■ El tricolor pretende encubrir los intentos para privatizar Pemex, sostiene

Con su proyecto, el PRI le hace el trabajo sucio a Calderón, afirma López Obrador

■ No permitirá una simulación en el Congreso ni una reforma empanizada, advierte en Jalisco

■ Convoca a defensores del petróleo a estar en alerta para impedir una legislación entreguista

Fabiola Martínez (Enviada)

Ocotlán, Jal., 23 de julio. Andrés Manuel López Obrador advirtió que la propuesta de reforma para el sector energético presentada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene como propósito hacerle el “trabajo sucio” a Felipe Calderón para encubrir los intentos de privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex).

El político tabasqueño dejó en claro que no permitirá una simulación en el Congreso de la Unión ni una propuesta presentada por el PRI, pero empanizada. Los integrantes de ese instituto político, expresó, sólo “son alcahuetes” del Partido Acción Nacional (PAN).

“Hoy estoy atento, esperando, porque como la propuesta de (Felipe) Calderón ya no pasó y fue totalmente rechazada en los debates, ahora el PRI dice que va su propuesta. El PRI siempre le ha hecho el trabajo sucio, el juego sucio, al PAN, a Calderón”, manifestó ante simpatizantes reunidos en la plaza principal de este municipio.

López Obrador reiteró que existen millones de ciudadanos opositores a la entrega de Pemex a compañías privadas y 200 mil brigadistas del “gobierno legítimo” que se movilizarán para impedir la aprobación de una reforma entreguista.

Manifestó que estará “pendiente, atento”, acerca del contenido de la propuesta del priísmo (entregada este miércoles a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión por legisladores del tricolor), y afirmó que de ninguna forma permitirá la aprobación de una enmienda con esas características o de un “intento de madruguete”.

El “presidente legítimo de México” promueve la consulta ciudadana sobre la reforma energética, que se realizará en tres etapas (27 de julio, 10 y 24 de agosto), y difunde información acerca del debate que sobre ese tema se desarrolló en la Cámara de Senadores durante una veintena de sesiones.

“Vamos a esperar el resultado de la consulta, porque es evidente –aseguró– que la mayoría de los participantes se manifestó en contra de la privatización y de la violación a la Constitución.”

Respecto de la iniciativa delineada por legisladores priístas, López Obrador expresó desde temprana hora de este miércoles:

“Todo indica que lo que van a presentar es una propuesta empanizada; que el PRI se va a prestar para que se pueda encubrir el propósito de privatización y entrega del petróleo (mexicano) a extranjeros.”

El político tabasqueño arribó temprano al aeropuerto de la ciudad de Guadalajara, en el arranque de su gira número 69 por municipios del país. En la capital de Jalisco, gobernada por el PAN, fue recibido, entre otros, por el empresario Pablo González Córdova, concesionario de estaciones expendedoras de gasolina en la región occidente.

De la terminal aérea se trasladó a la región de la Ciénega jalisciense, gobernada también en forma mayoritaria por alcaldes panistas; no obstante, los pobladores acudieron a las plazas y solicitaron credencial como representantes del “gobierno legítimo”.

En Poncitlán, municipio gobernado por el Partido de la Revolución Democrática, señaló que los argumentos de Calderón para privatizar el petróleo no son válidos, principalmente cuando se refiere a que hacen falta recursos económicos y tecnología para explotar los yacimientos de hidrocarburos.

Más tarde, en Zapotlán del Rey, insistió en que aunque no hay nada contra los priístas y panistas de “abajo”, es necesario estar atentos a los acuerdos de los “de arriba”, porque PRI y PAN son “dos franquicias que ya compraron los potentados, mismas que usan a conveniencia”.

Los potentados en el país, unos cien que acumulan cada vez más riqueza, dejan que ambos partidos peleen a escala local, por una elección municipal o estatal, pero “cuando se trata de defender sus privilegios siempre ordenan acuerdos” entre ambos partidos, afirmó.

Así ocurrió, explicó López Obrador, cuando PRI y PAN aprobaron el Fobaproa; recientemente se pusieron de acuerdo para cobrar más impuestos; cuando reformaron la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado, y ahora quieren montarse en el negocio del petróleo.

Por eso, agregó, “no podemos permitir esta privatización”; es falso que no haya dinero o tecnología para modernizar Pemex y que por ese motivo la única alternativa sea abrir esta empresa a un pequeño grupo de empresarios nacionales y extranjeros.

En todos los mítines que encabezó, el político tabasqueño hizo referencia a la fuerza del “movimiento ciudadano, amplio, de abajo hacia arriba, también de gente sin partido”, opositor a la reforma calderonista. Prácticamente en todos los municipios que visitó señaló la importancia de la consulta “que está promoviendo Marcelo Ebrard”, jefe de Gobierno de la ciudad de México.

“Allá (en el Distrito Federal) gobernamos nosotros; el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, está organizando una consulta para que se le pregunte al ciudadano su opinión y que no decidan las cúpulas del PRI y del PAN.”

Después, el “presidente legítimo” encabezó una reunión en Jamay (municipio natal del ex gobernador de Jalisco y ex secretario de Gobernación Francisco Ramírez Acuña). Por la tarde acudió a La Barca, donde cientos de habitantes respondieron a la convocatoria en esa localidad gobernada por el PRI. Al anochecer habló ante simpatizantes en la plaza de Tototlán.

Ahí, López Obrador pidió a sus seguidores estar atentos para defender el carácter público de la industria petrolera, y les dijo que deben estar orgullosos de su participación en esa lucha.

“Uno tiene que ser muy terco porque estamos defendiendo cosas justas. Tenemos mucha autoridad moral; a mí me pueden criticar, pero nunca acusar de ratero. Nuestros adversarios siempre nos han querido dar por muertos, pero aquí estamos. ¡Nos han hecho lo que el viento a Juárez!”, expresó.