■ Su evidente cercanía con Felipe Calderón la hace inelegible, señalan sus detractores

Zavaleta requiere apoyo de 84 diputados del PRD para sustituir a González Garza

■ Aun entre los legisladores de Nueva Izquierda hay desprecio hacia ella, según Ulloa y Zazueta

Roberto Garduño

Por estatutos, Ruth Zavaleta debería ser respaldada por 84 diputados del PRD si pretende sustituir a Javier González Garza en la coordinación perredista. La legisladora requeriría de dos terceras partes de los 127 votos que forman la bancada del sol azteca en San Lázaro para hacerse del sitio que ocupa el actual coordinador.

“No existe una correlación de fuerzas que le garantice la obtención de los votos necesarios; incluso entre diputados de Nueva Izquierda existe un desprecio manifiesto contra Ruth Zavaleta por su pésimo papel al frente de la presidencia camaral”, declararon Emilio Ulloa y Humberto Zazueta.

Confiado, Javier González Garza dijo que acudirá a la reunión plenaria de su partido en Acapulco, Guerrero, tranquilo porque cada año se renueva la coordinación y eso “es absolutamente natural; no pasa nada”.

El artículo 17 del reglamento interno del grupo parlamentario aclara la condición que habría de cubrir Zavaleta para ocupar el cargo que pretende:

“En el primer pleno del grupo de cada año de la legislatura se resolverá sobre la remoción o la ratificación de cada uno de los integrantes de la mesa directiva. En caso de aprobarse por mayoría de votos alguna remoción, se procederá a la elección respectiva.

“La remoción del coordinador o coordinadora general procederá con la aprobación de dos terceras partes de las y de los integrantes del grupo, ante lo cual se incluirá en el orden del día del pleno inmediato posterior.”

Además, la imagen que terminó por generar Ruth Zavaleta en el grupo parlamentario del sol azteca fue de “desconfianza hasta entre los mismos diputados de Nueva Izquierda, quienes no votarán en bloque por ella porque se sienten traicionados. Además, por más que apelen a sus aliados de ADN, no les alcanzarán los votos”, refirió Emilio Ulloa.

Humberto Zazueta recordó que el grupo de René Arce, Víctor Hugo Círigo y Zavaleta, no se encuentra integrado de manera natural con Nueva Izquierda y, sobre todo, “el actuar de ese grupo y su evidente cercanía con Felipe Calderón y su gobierno le han retribuido golpes severos a Jesús Ortega, quien, de avalar un cambio como el que absurdamente se propone en la coordinación de nuestro grupo, sería el más perjudicado. Por favor, ¿qué no pueden considerar que el único que concita respaldo es Javier González Garza? ¡Imagine el desastre que se produciría con Ruth Zavaleta ahí!”

De buen humor, González Garza respondió con ironía a las preguntas sobre la intentona de Zavaleta:

–¿Es otro chisme de familia?

–Que yo sepa, no somos nada.

–¿No son familia?

–No que yo sepa. En los estatutos del grupo parlamentario, ustedes lo saben muy bien, hay un asunto que tiene que ver con la renovación anual de toda la mesa directiva del grupo parlamentario. Entonces, eso es un asunto natural, que además es muy sano, porque supone que se nombre a un coordinador y empieza a haber inconformidades; si esas inconformidades son mayores, si la mayor parte de la gente está inconforme, entonces hay un momento para poder determinar si se cambia o no. Eso es muy importante (…) Eso es absolutamente natural. No pasa nada.

–¿Será ratificado en la reunión de Acapulco?

–Depende de todos los diputados. Y además hay muchos legisladores que quisieran ser coordinadores, cosa que está muy bien. Yo creo que hay gente muy capaz que lo puede hacer bien. Y bueno, que digan, y ya; que el grupo, en su conjunto, determine.