Antirretrovirales, esperanza de vida
Washington, 25 de julio. Los cocteles de medicamentos contra el VIH ayudan a los pacientes a vivir muchos años más, si tienen la suerte de recibirlos, indicaron expertos.
Una persona que comenzó a tomar los fármacos a los 20 años podría, en promedio, esperar vivir otros 43 años, informaron los investigadores en la revista médica The Lancet.
El equipo observó varios estudios sobre pacientes que viven en Estados Unidos, Canadá y muchos países europeos y que reciben combinaciones de medicación, algo que se conoce como terapia antirretroviral.
Robert Hogg, del Centro British Columbia para la Excelencia en VIH/sida en Vancouver, Canadá, y sus colegas observaron a 43 mil pacientes de 14 estudios diferentes.
“Entre 1996-99 y 2003-05 hubo un aumento de 13 años en la expectativa de vida para aquellas personas con dos décadas de edad; también se observaron incrementos similares en las de 35 años”, escribieron los autores.
“Una persona que comienza una terapia combinada puede esperar vivir unos 43 años más a los 20, unos dos tercios de lo que espera la población general en esos países”, añadieron. La esperanza de vida promedio a los 20 años, sin tener VIH en esos países, sería de 80, indicaron los expertos.
Los pacientes tratados más tarde por sus infecciones y aquellos infectados por consumo de drogas inyectables no viven tanto como aquellos que reciben terapia antes, reveló el equipo.
El virus del sida infecta a alrededor de 33 millones de personas en todo el mundo y ha causado la muerte de 25 millones desde que se inició la pandemia, en la década de 1980.
Si bien no existe una vacuna ni cura, los medicamentos pueden suprimir el virus y permitirle a los pacientes llevar una vida casi normal. Sin tratamiento, el virus destruye el sistema inmune, lo que vuelve a los pacientes susceptibles a las infecciones y al cáncer.
Combinaciones
Más de 20 fármacos están actualmente disponibles en el mercado y pueden combinarse de varias maneras para controlar el virus, el cual suele mutar, por lo que los pacientes deben cambiar de régimen terapéutico para mantenerlo bajo control.
Las compañías farmacéuticas han desarrollado píldoras combinadas para facilitar el cumplimiento de la terapia.
Según estimaciones de la Organización de Naciones Unidas, casi 3 millones de personas en los países en desarrollo consumen actualmente medicinas contra el VIH, es decir, alrededor de 70 por ciento de quienes necesitan la terapia.
Entre los fabricantes de esos fármacos se encuentran GlaxoSmithKline –que ayudó a financiar el estudio publicado en The Lancet–, Gilead Sciences, Roche, Pfizer, Merck, Bristol-Myers Squibb y Abbott Laboratories.
El VIH puede transmitirse por vía sexual, sanguínea, por uso de drogas inyectables y de madre a hijo en el parto o a través del amamantamiento.
En un segundo estudio aparecido en la misma revista, Robert Bollinger, de la Johns Hopkins University en Baltimore, y un equipo internacional de colegas reveló que administrar el medicamento Nevirapina diariamente a los bebés lactantes hasta las seis semanas de vida podría protegerlos.
Un estudio con casi mil 900 bebés mostró que darles el fármaco por unas semanas, en lugar de una sola dosis a la madre durante el parto y al bebé apenas después de nacer, redujo las tasas de infección un 46 por ciento.
Los médicos creen que los beneficios de la lactancia compensan los riesgos en los países pobres, donde es difícil obtener agua potable o fórmula para los niños.
Condones, básicos
Por otro lado, investigadores alertaron que las infecciones con VIH podrían cuadruplicarse en los próximos 10 años si las personas con el virus que toman antirretrovirales se vuelven displicentes y dejan de usar preservativos.
La advertencia, publicada en The Lancet, llega luego de que la Comisión Federal Suiza sobre VIH/sida señalara a comienzos de año en un controvertido comunicado que las personas seropositivas en tratamiento efectivo no infectaban sexualmente a otras. Pero expertos australianos destacaron que si bien el riesgo de transmisión de los pacientes en terapia efectiva es bajo, no sería cero.
“Factores como la adherencia incompleta a la terapia o la presencia de otras infecciones de transmisión sexual podrían incrementar el riesgo de contagio del VIH”, escribió el equipo.
“Una falsa sensación de seguridad conduciría a un menor uso de condones, como se documentó en un estudio conductual entre hombres que tienen relaciones con personas de su mismo sexo en Australia”, agregaron los investigadores.
Las infecciones con VIH han estado aumentando entre los varones homosexuales en varios países en los años recientes, pese a las altas tasas de tratamiento, algo que suele atribuirse a la disminución en el uso de los preservativos.
Por medio de modelos matemáticos, el equipo del Centro Nacional de Epidemiología e Investigación Médica sobre VIH en Sidney demostró que, mientras que el riesgo de transmisión de VIH de las personas en tratamiento es relativamente bajo en cada contacto sexual, el peligro sería sustancial luego de varias relaciones sexuales.
Los expertos basaron sus cálculos en 10 mil parejas, en las cuales uno de los miembros era VIH-positivo, que tuvieron 100 encuentros sexuales sin protección por año durante 10 años.
“La cantidad esperada de infecciones con VIH sería de 215 en el caso de las transmisiones de mujer a hombre, 425 en las transmisiones de hombres a mujeres y de 3 mil 524 en los contagios hombre a hombre, lo que corresponde a un aumento de cuatro veces en la incidencia, comparado con la incidencia bajo las actuales tasas de uso de preservativos”, escribieron.
Jonathan Anderson, presidente de la Sociedad Australiana de Medicina sobre VIH, manifestó que la declaración suiza era equivocada. “Cuando la carga viral disminuye en la sangre gracias a los antirretrovirales, no descendería en el semen o en los fluidos vaginales o anales”, dijo Anderson, quien no participó del estudio.